IAG relanza Level en diciembre con alta presión de Norse y Wizz en el low-cost de largo radio

IAG ultima el relanzamiento de su aerolínea de bajo coste Level, que operará como compañía independiente de Iberia y autónoma dentro del holding que lidera Luis Gallego. La aerolínea, que tendrá su base en Barcelona-El Prat, tiene previsto obtener su propio certificado de operador aéreo (AOC) antes de finales de año, previsiblemente el 21 de diciembre, e iniciar sus operaciones con vuelos a Buenos Aires.

Tras este arranque en solitario, Level tiene previsto sumar rutas a Estados Unidos y Santiago de Chile, con la previsión de contar con los permisos de los distintos países y toda su flota bajo el nuevo AOC en abril de 2025.

Presión en el mercado

Level se enfrenta a una fuerte presión en el mercado, con la competencia de aerolíneas como Norse Atlantic y Wizz Air, que están apostando por ampliar su oferta de vuelos de bajo coste en rutas de larga distancia.

Norse Atlantic, que cuenta con una flota de 15 aviones B787 Dreamliner, enlaza Europa y Estados Unidos, mientras que Wizz Air tiene previsto incorporar a su flota el nuevo avión A321 XLR, que le permitirá conectar Europa y América.

Además, Level también compite con otras aerolíneas de bajo coste como Frenchbee, que ofrece vuelos entre París y destinos como Miami, Nueva York y Los Ángeles.

Objetivo de rentabilidad

IAG ha fijado un objetivo de rentabilidad operativa del 12% al 15% para Level, que ya ha demostrado su potencial como filial de Iberia. La aerolínea también cuenta con el mayor factor de ocupación del grupo, con un 95% frente al 92% de Vueling.

El director general de IAG, Luis Gallego, ha indicado que se están analizando posibles bases en Europa central para restablecer operaciones punto a punto de corto y medio radio.

Level tiene previsto ampliar su flota a ocho aviones A330 en 2026 y está estudiando la posibilidad de incorporar aviones A321 XLR.

La aerolínea se centrará en aprovechar el potencial de Barcelona-El Prat, el octavo aeropuerto de Europa, y en proteger a IAG de la entrada de nuevos competidores en el sector de los vuelos de bajo coste de larga distancia.