Madrid está tomando medidas para frenar la proliferación de pisos turísticos, que han sido acusados de alterar el tejido económico y social de los barrios céntricos de la ciudad. El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha anunciado una nueva normativa que prohibirá la transformación de locales comerciales en viviendas de alquiler temporal. La medida pretende aumentar la oferta de viviendas de alquiler a largo plazo y aliviar un mercado que se está volviendo cada vez más caro.
¿Qué cambios se están produciendo?
La nueva normativa, que entrará en vigor en el último trimestre del año, prohibirá la conversión de locales comerciales en viviendas de alquiler temporal. Sin embargo, habrá una excepción para los establecimientos ubicados en ejes comerciales de los barrios o distritos, según ha explicado el propio Almeida.
Los requisitos para convertir locales comerciales en viviendas se mantienen después de los últimos cambios en la normativa urbanística. Los locales no pueden ser sótanos o semisótanos y deben tener una superficie mínima de 40 metros cuadrados y una fachada exterior mínima de tres metros.
El impacto de los pisos turísticos
El Ayuntamiento de Madrid ha reconocido que hasta marzo de este año se habían transformado más de 8.300 establecimientos comerciales en viviendas, la mayoría destinadas a uso turístico. La rentabilidad de los pisos turísticos ha superado el 30% en comparación con otros tipos de alquiler, según fuentes del sector.
La crisis provocada por la pandemia provocó el cierre de muchos pequeños comercios, dejando vacíos estos locales que muchos inversores vieron como una oportunidad para crear apartamentos turísticos o primeras viviendas para jóvenes.
La nueva normativa
La nueva normativa contra los pisos turísticos pretende regular un mercado que, según ha reconocido el propio alcalde, cuenta con 24.000 camas ilegales para alquileres temporales en la ciudad de Madrid. Se han iniciado inspecciones al listado de miles de pisos turísticos sin licencia y, desde el mes de abril, ya se han tramitado 176 sanciones, por un valor total de 30.000 euros.
La media de la sanción a estos apartamentos cazados sin todos los papeles en regla ha sido de algo más de 170 euros, una cantidad que no es muy disuasoria si se tiene en cuenta lo que cuesta pasar una noche en cualquiera de estos negocios temporales en Madrid.