Marcelo Paladino y su hermana están al frente de un campo familiar de 2600 hectáreas en el partido de Bolívar, una zona periódicamente complicada por el agua al estar en la Cuenca del arroyo Vallimanca. En esta empresa familiar, el asociativismo es un valor fundamental, que ejercen en todas sus actividades.
Ganadería ejemplar
Los Paladino se especializan en la cría de ganado, con un planteo de cría con hacienda propia y recría y engorde en empresas de terceros. Cuentan con 1500 vacas sobre 1600 hectáreas, y su objetivo es producir la mayor cantidad de crías posibles.
El mejoramiento genético es una prioridad para ellos, y trabajan con Santiago Debernardi para lograr avances rápidos pero consistentes. Han incorporado la inseminación artificial y toros con datos para el repaso, lo que ha permitido mejorar la calidad genética de sus vaquillonas y los terneros.
Agricultura sostenible
Además de la ganadería, los Paladino también se dedican a la agricultura, con un 40% de su campo destinado a esta actividad. Mantienen acuerdos con terceros para producir granos, pero también implementan prácticas sostenibles, como la cobertura de los lotes, el pastoreo de rastrojos y el establecimiento de camas biológicas.
Producen semilla forrajera y están incursionando en la captura de carbono, con la creación de montes de algarrobo y acacia blanca. El objetivo es obtener bonos de carbono por la recuperación de la fertilidad de los suelos y la restauración de los ciclos naturales.
Energías renovables e innovación
Los Paladino están comprometidos con la sustentabilidad y las energías renovables. Han instalado paneles y calentadores solares para abastecerse de energía y reducir su consumo de gas licuado.
También están explorando la captura de carbono como una forma de compensar las emisiones de dióxido de carbono. Han creado 50 hectáreas de montes con especies nativas para recuperar la fertilidad del suelo y generar bonos de carbono.
Un modelo de éxito
La empresa de Marcelo Paladino y su hermana es un ejemplo de cómo la innovación, el asociativismo y la sustentabilidad pueden llevar al éxito en el campo argentino. Sus prácticas de ganadería regenerativa, el uso de energías renovables y la captura de carbono están contribuyendo a la preservación del medio ambiente y al desarrollo económico de la región.