El mercado laboral: luces y sombras

El mercado laboral español presenta una situación de claroscuros. Por un lado, registra cifras positivas en cuanto a empleo y paro, con más trabajadores activos que nunca y el paro en mínimos desde 2008. Sin embargo, estos datos contrastan con la caída del poder adquisitivo de los trabajadores, que han perdido un 2,5% de sus salarios reales desde 2019 debido al aumento de la inflación.

Según un informe de la OCDE, España se sitúa entre los países donde más han disminuido los salarios reales desde el inicio de la pandemia. El estudio señala que casi la mitad de los 38 países miembros han recuperado o incluso superado los niveles salariales previos a la crisis, mientras que España se encuentra entre los países con mayores caídas.

Salario mínimo y empleos verdes

Pese a la caída generalizada de los salarios, el informe de la OCDE destaca el aumento del 26% en el salario mínimo interprofesional (SMI) desde 2019, lo que supone un incremento real del 6,5% descontando la inflación. Esta subida ha mejorado la situación de los trabajadores con las remuneraciones más bajas.

España también se posiciona como uno de los países líderes en empleos verdes, con casi el 20% de los trabajadores ocupados en sectores relacionados con la economía verde. Esto se debe en parte a los programas de formación para la transición ecológica.

Desafíos pendientes

A pesar de las mejoras, el mercado laboral español enfrenta desafíos significativos. Uno de ellos es la tasa de desempleo, que sigue siendo la más alta de la OCDE, situándose en el 11,7% en mayo. Además, el informe de la OCDE destaca la desigualdad en el impacto de la transición verde, con trabajadores poco cualificados en empleos verdes ganando menos y enfrentando menor seguridad laboral.

Otro reto es el coste por el desplazamiento laboral en sectores de altas emisiones. Los trabajadores en estos sectores enfrentan pérdidas de ingresos mayores al cambiar de empleo, lo que subraya la necesidad de políticas de apoyo específicas para mitigar estos efectos adversos.

En conclusión, el mercado laboral español presenta luces y sombras. Si bien se han logrado avances en cuanto a creación de empleo y reducción del paro, la caída de los salarios reales y los desafíos pendientes, como la alta tasa de desempleo y la desigualdad en la transición verde, requieren atención prioritaria para garantizar un mercado laboral más justo y equitativo.