Tendencias del S&P 500 para 2025
Situación actual
En los próximos dos meses, los principales estrategas financieros comenzarán a publicar sus estimaciones para el índice S&P 500 en 2025, un ritual que se ha convertido en una práctica común en el mundo de las finanzas. Determinar el valor objetivo de este índice implica un proceso que combina simplicidad y complejidad.
Multiplicar el beneficio por acción (BPA) estimado por un múltiplo de relación precio-beneficio (PER) resulta en el valor del índice. El BPA, que representa la ganancia por acción de las empresas que componen el S&P 500, está estrechamente relacionado con el Producto Interno Bruto (PIB) nominal. Las perspectivas de inflación y posibles cambios en los impuestos pueden influir en el BPA.
El PER, por otro lado, indica cuántas veces se paga por cada dólar de beneficio. Este múltiplo depende en gran medida de las tasas de interés, que a su vez están sujetas a un límite. Cuando las tasas caen por debajo del 3% en los bonos a 10 años, el PER puede distorsionarse, lo que lleva a una expansión irreal del mismo.
Determinación del PER
El PER también se ve afectado por las perspectivas de riesgo percibidas por los inversores. Ante la subjetividad de este factor, el mercado suele recurrir a promedios históricos. Sin embargo, la selección del rango temporal utilizado para calcular estos promedios puede influir en el resultado.
El autor del artículo critica el uso de promedios de PER de períodos extensos, como 30 o 50 años, argumentando que no reflejan adecuadamente las condiciones económicas y del mercado actuales. También señala la manipulación potencial que puede surgir al utilizar diferentes versiones de beneficios (próximos 12 meses, pasados 12 meses o promedio de los últimos 10 años).
Predicciones para 2025
A pesar de su visión bajista del S&P 500, el autor adopta un enfoque optimista en su metodología para estimar el índice en 2025. Considera el crecimiento de los beneficios estimado por el consenso y utiliza los promedios de PER de los últimos 15, 10 y 5 años, partiendo de un contexto de liquidez monetaria alcista.
Basado en estas estimaciones, el autor proyecta un rango de precios para el S&P 500 en 2025 entre 4.399 y 5.194 puntos. Sin embargo, reconoce que el atractivo de las cifras redondas puede llevar a los estrategas a predecir un valor más alto, alrededor de 6.000 puntos.
Análisis
El autor advierte que creer en un S&P 500 de 6.000 puntos implica pagar un PER de 22,6 veces, lo que representa una prima del 25% sobre el promedio de los últimos 10 años. En un mundo altamente endeudado y subvencionado por los bancos centrales, donde las valoraciones de la inteligencia artificial son difíciles de justificar, el autor espera que el índice se sitúe más cerca de los 4.800 puntos.
El autor concluye enfatizando la importancia de comprender los fundamentos detrás de las estimaciones y de evitar predicciones simplistas sin un análisis sólido.