La UE puede resistir la sacudida de Trump

Los últimos movimientos de Estados Unidos, encabezados por el presidente Donald Trump, están sacudiendo el panorama internacional. Desde la suspensión de subvenciones a programas de diversidad, igualdad e inclusión, hasta la expulsión de inmigrantes y el abandono de pactos internacionales como el Acuerdo de París y el pacto fiscal de la OCDE, las decisiones de Trump han generado preocupación e incertidumbre a escala global.

Sin embargo, en medio de esta agitación, la Unión Europea (UE) emerge como un actor resiliente con capacidad para resistir los impactos de las políticas estadounidenses.

Repercusiones económicas

Trump ha impuesto aranceles a las importaciones provenientes de China, México y Canadá, lo que ha generado temores de una guerra comercial. Si bien estas medidas pueden perjudicar a los exportadores de esos países, también podrían fortalecer los lazos comerciales entre los países afectados, al margen de Estados Unidos.

La relación comercial entre la UE y Estados Unidos es la más integrada del mundo, representando el 30% del comercio global de bienes y servicios. Las amenazas de Trump de imponer aranceles a las importaciones europeas podrían dañar la propia economía estadounidense, y algunos expertos argumentan que estas medidas podrían, paradójicamente, fortalecer la competitividad de la UE.

Fortalecimiento de la cohesión

Los desafíos planteados por Estados Unidos podrían actuar como un catalizador para que la UE se una y apueste por sus fortalezas. El excomisario europeo László Andor subraya la importancia de la cohesión social y el crecimiento económico dentro de la UE, señalando que más de un tercio de los europeos viven en regiones rezagadas.

Andor destaca también la necesidad de invertir en proyectos digitales y de sostenibilidad, y aboga por una mayor colaboración con países fuera del ámbito del dólar que comparten objetivos de progreso y crecimiento.

Implicaciones para el futuro

El rumbo que tome la UE en respuesta a las acciones de Trump será crucial para su futuro. Si la UE logra mantener su unidad, fortalecer su cohesión interna y desarrollar nuevas alianzas, podrá emerger como un actor global aún más fuerte.

Por el contrario, si la UE sucumbe a las divisiones internas y falla en abordar sus propios desafíos económicos y sociales, podría debilitarse y perder influencia en el escenario internacional.

La capacidad de la UE para resistir las sacudidas de Trump dependerá en gran medida de su capacidad para actuar con unidad y determinación, invirtiendo en su propio crecimiento y desarrollo, y forjando nuevas alianzas con países de ideas afines.