España reafirma su compromiso con el gasto en defensa en medio de tensiones políticas

En un momento de crecientes tensiones geopolíticas, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se encuentra navegando un delicado equilibrio. Mientras se encuentra en Finlandia, reafirmando el compromiso de España de alcanzar el 2% del Producto Interno Bruto (PIB) en gasto de defensa, en casa enfrenta una creciente oposición política. Este compromiso, impulsado por las presiones europeas y la necesidad de fortalecer la seguridad ante la amenaza rusa, está generando controversia dentro de la coalición de gobierno y entre los partidos de la oposición.

El contexto europeo y la presión sobre España

La visita de Sánchez a Finlandia se produce en un contexto en el que Europa está reevaluando sus prioridades de seguridad. El primer ministro finlandés, Petteri Orpo, ha sido explícito en su llamado a aumentar el gasto en defensa, instando a todos los estados miembros de la Unión Europea y la OTAN a cumplir con el objetivo del 2% del PIB. Orpo argumenta que la amenaza rusa, exacerbada por la guerra en Ucrania, exige una inversión significativa en capacidades de defensa. Según Cué (2025), Finlandia, que comparte una extensa frontera con Rusia, ha tenido que recortar gastos públicos para poder financiar su seguridad, mostrando la seriedad con la que perciben la amenaza.

La presión sobre España para que aumente su gasto en defensa no es nueva. Durante años, los socios europeos han expresado su preocupación por el bajo nivel de inversión en defensa de los países del sur, especialmente España e Italia. Ediciones EL PAÍS S.L. (2025) informa que Sánchez ha defendido que España ya ha aumentado su gasto en defensa en los últimos siete años y está preparada para cumplir con el compromiso del 2% del PIB, además de otros compromisos en capacidades adquiridos en la cumbre de la OTAN en Gales en 2014.

La división interna en España

Sin embargo, el compromiso de Sánchez con el aumento del gasto en defensa no es compartido por todos en España. Dentro de la coalición de gobierno, liderada por el PSOE y Sumar, existen diferentes sensibilidades y tradiciones políticas. Los partidos que integran Sumar, coordinados por la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, se muestran reacios a incrementar el gasto militar, aunque algunos podrían estar dispuestos a considerar partidas de defensa que incluyan financiación para ciberseguridad. De acuerdo con Cué (2025), Díaz ha insistido en la necesidad de un debate sereno en las Cortes sobre el modelo de seguridad que necesita España.

La oposición al aumento del gasto en defensa también se extiende fuera del gobierno. Ione Belarra, líder de Podemos, ha criticado duramente el compromiso de Sánchez, argumentando que «nadie les votó para doblar el gasto en defensa» y advirtiendo que seguir este camino podría llevar a un gobierno de ultraderecha en España. Esta crítica refleja una preocupación más amplia sobre las prioridades del gobierno y el impacto que el aumento del gasto en defensa podría tener en otras áreas, como el gasto social.

Un debate de 360 grados

Ante esta división interna, Sánchez está tratando de enmarcar el debate sobre el gasto en defensa en un contexto más amplio. En lugar de centrarse únicamente en el objetivo del 2% del PIB, el presidente quiere promover un debate sobre los retos de seguridad que enfrenta España, incluyendo la ciberseguridad y las amenazas que provienen del Sahel. Según Ediciones EL PAÍS S.L. (2025), Sánchez ha agradecido a Finlandia su comprensión de esta visión de 360 grados y ha destacado la importancia de la solidaridad europea para abordar los desafíos de seguridad.

Además, Sánchez está buscando el apoyo de la Unión Europea para financiar el aumento del gasto en defensa. El presidente ha sugerido que los nuevos fondos europeos para el rearme deberían destinarse principalmente a los países más amenazados, pero también deberían tener en cuenta las amenazas en el sur y la ciberseguridad.

El impacto de la Administración Trump

Un factor adicional que está influyendo en el debate sobre el gasto en defensa es el posible regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. La Administración Trump ha sido crítica con los aliados europeos que no cumplen con el objetivo del 2% del PIB y ha amenazado con reducir el apoyo de Estados Unidos a la defensa de Europa. Esta incertidumbre ha llevado a muchos países europeos a replantearse sus prioridades de seguridad y a aumentar su gasto en defensa.

¿Un futuro incierto?

El futuro del gasto en defensa en España sigue siendo incierto. Sánchez se enfrenta a una difícil tarea para equilibrar las presiones europeas con la oposición interna. El presidente tendrá que convencer a sus socios de coalición y a la opinión pública de que el aumento del gasto en defensa es necesario para proteger los intereses de España y contribuir a la seguridad europea. Al mismo tiempo, tendrá que demostrar que este aumento no se producirá a expensas del gasto social y que el gobierno sigue comprometido con la lucha contra la desigualdad y la pobreza.

El debate sobre el gasto en defensa es un reflejo de las tensiones y desafíos que enfrenta España en un mundo cada vez más incierto. La decisión final sobre este tema tendrá un impacto significativo en la seguridad de España y en su papel en Europa y el mundo.