Santander e Iberdrola lideran una nueva oleada de emisiones de deuda en el mercado
Los emisores están acelerando sus programas de financiación para aprovechar las atractivas condiciones del mercado. La confianza de inversores, empresas y gobiernos por asegurar precios competitivos se está combinando con un renovado apetito por los bonos.
Antes de que la previsible bajada de tipos se traduzca en una caída significativa de los rendimientos, los inversores están acelerando la compra de deuda. Tras el tirón de las dos primeras semanas de septiembre y una vez despejadas las dudas sobre la decisión de la Reserva Federal, Santander e Iberdrola se han sumado a la venta de bonos con operaciones a tres y dos plazos.
Santander capta 3.000 millones en deuda senior no preferente
El banco presidido por Ana Botín ha colocado 3.000 millones de euros en deuda senior no preferente a cinco y ocho años. La mayor parte de la operación, 2.000 millones de euros, corresponde a deuda con vencimiento en abril de 2029. La confianza de los inversores en el banco español se ha reflejado en la demanda, que ha superado los 3.800 millones de euros.
Esto ha permitido reducir en 30 puntos básicos el coste hasta los 100 puntos básicos sobre mid-swap (tipo de interés libre de riesgo), lo que equivale a una rentabilidad del 3,298%. Adicionalmente, los bonos pagarán un cupón anual del 3,25%.
Los 1.000 millones restantes corresponden a bonos a ocho años. En este caso, la demanda ha alcanzado los 2.400 millones de euros, mientras que el diferencial ha pasado de los 155 puntos básicos iniciales a 125 puntos básicos. Esto supone una rentabilidad del 3,614% y un cupón del 3,5%.
Santander, Bank of Montreal, Commerzbank, Intesa Sanpaolo, Natixis, ING y el banco sueco SEB han sido las entidades encargadas de llevar a buen puerto la operación. Fuentes conocedoras señalan que con esta emisión Santander adelanta parte de la financiación prevista para el próximo año.
Iberdrola coloca 2.150 millones en bonos con tres tramos
Por su parte, Iberdrola ha dado el salto al mercado con una emisión de bonos con vencimiento a tres tramos. En conjunto, la eléctrica ha captado 2.150 millones de euros, una cifra récord. Fuentes del mercado apuntan a que nunca antes Iberdrola había emitido esta cantidad en este tipo de bono.
La demanda conjunta ha superado los 6.500 millones de euros. En bonos a siete y 11 años se han colocado 750 millones al 3,1% y 3,456%, respectivamente. Los 650 millones restantes se han vendido en deuda con vencimiento en marzo de 2028 al 2,736%.
Junto a las rentabilidades, los bonos devengarán un cupón anual que oscila entre el 2,625% y el 3,375%. BBVA, BNP Paribas, Crédit Agricole, Mizuho, Sabadell, Barclays, CaixaBank, DBS, Intesa Sanpaolo, ING, Morgan Stanley, MUFG, NatWest Markets, RBC Capital Markets y Santander conforman el ejército de bancos colocadores.
Iberdrola, uno de los nombres habituales en el mercado de capitales, ha realizado un total de cinco operaciones públicas con las que ha captado 4.500 millones de euros. Entre la tipología de deuda se encuentra un bono híbrido, deuda en francos suizos y en dólares y deuda sénior verde.
Naturgy dará mandato para emitir 1.000 millones en deuda
La lista de emisores la cierra Naturgy. Una semana después de que la Reserva Federal cumpliera con lo previsto y ejecutara una rebaja de 50 puntos básicos (el primer recorte en cuatro años y medio), la gasista ha dado mandato a la banca para la venta de 1.000 millones de euros en deuda a seis y 10 años.
Esta colocación se empleará para recomprar 1.000 millones de euros que vencen en 2026.
En la primera mitad del año, los emisores públicos y privados vendieron deuda por valor de 966.451 millones de euros, un 11% más que en el mismo periodo del año anterior.
Además del interés de los inversores por aprovechar las rentabilidades atractivas antes de que los tipos bajen y obtener un extra con la revalorización de la cartera de deuda a medida que los rendimientos se moderan, los expertos apuntan a la estabilidad antes de que los eventos políticos introduzcan ruido.
El evento que más preocupa ahora son las elecciones estadounidenses del próximo 5 de noviembre.