Sevilla enfrenta el alto costo de las procesiones extra
La proliferación de procesiones fuera de la Semana Santa en Sevilla está causando preocupación por el gasto que implica para las arcas municipales, especialmente en seguridad.
Cifras desorbitantes
El Ayuntamiento cifra en 2,5 millones de euros el coste del despliegue de una Magna, un cortejo organizado con motivo del II Congreso Internacional de Hermandades y Cofradías, que sacará a la calle a cuatro de las principales devociones de la capital andaluza. El 50% de esta cantidad se destinará al pago de las horas extra de la Policía Local.
Escasez policial
La Policía Local de Sevilla, con poco más de 1.000 efectivos, se ve desbordada por el incremento del número de pasos y salidas organizadas por las hermandades. La escasez de recursos y la concentración de efectivos en el centro dejan a la periferia sin apenas cobertura.
Propuesta controvertida
Ante esta situación, el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha verbalizado una propuesta impensable: la aplicación de una tasa a las cofradías para contribuir a sostener el gasto en horas extras y productividad que supone escoltar a los pasos. Esta idea ha generado una fuerte oposición por parte del Consejo de Hermandades, obligando al alcalde a retractarse.
Impacto económico
A pesar de las preocupaciones sobre el coste, las procesiones también tienen un impacto económico positivo. El comercio, la hostelería y el turismo se benefician de la afluencia de público que acude a estos eventos. Los hoteles ya registran un 99% de ocupación para la Magna, con habitaciones a un precio medio de entre 150 y 200 euros.
El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha señalado que "es necesario que seamos conscientes de que hay que empezar a ordenar un poquito la cantidad de salidas extraordinarias que afronta esta ciudad".
Las procesiones en Sevilla, que tradicionalmente se celebraban durante la Semana Santa, se han extendido a lo largo del año, convirtiéndose en un espectáculo urbano y una fiesta popular. Este fenómeno se ha visto impulsado por la sociedad de consumo y el auge de las redes sociales.
Expertos señalan que la saturación de procesiones podría generar hartazgo entre algunos sectores de la sociedad cofrade. Se están explorando opciones como limitar la celebración de algunas comitivas o utilizar voluntarios de Protección Civil para escoltar las comitivas infantiles, liberando así a la Policía Local para otras tareas.
El debate sobre el coste de las procesiones extra en Sevilla promete continuar, buscando un equilibrio entre la tradición, la seguridad y la sostenibilidad económica.
Fuente: El País