Todo es cuestión de tiempo cuando de salud se trata, en este caso no es menos importante que nuestro alcalde tenga una apendicitis aguda. Menos mal todo estuvo preparado casi listo para hacerle una apendicetomía por laparoscopia de urgencia. Menos mal fue a tiempo porque todo puede ser peor, provocando una peritonitis.


Es cuestión de horas para que esta pequeña bolsa sin más ni más se reviente, infectando todo a su paso, sin ningún tipo de contemplación. El organismo es tan complicado como el triage de urgencias, puede tardarse 5 minutos o tal vez 8 días, como indican en un cartel cuál sería su nivel de urgencia. Más o menos eso puede durar una apendicitis según su aguante, tanto su lumbral de dolor como el aguante de esa pequeña tripa.


Menos mal todo estaba listo para atender a nuestro alcalde. La operación comenzó a la 1:30 de la tarde y duró alrededor de dos horas y media, todo sin complicación alguna. Menos mal tiene una medicina prepagada y un cargo público de prestigio para que no entraran nuestros benditos médicos preocupados a tirar bisturí sobre el abdomen del paciente. Eso sí, como se dice, de cabo a rabo, sin contemplación para salvar la vida. Bueno, eso solo es lo que pasa en las urgencias de las clínicas de la misma ciudad, pero de la 26 para acá.


En todo caso, todo fue un éxito, ya que sería sumamente traumático para una ciudad cosmopolita durar en vilo para que acaben el metro o que por obra y gracia terminaran el elefante blanco que se levanta sobre lo que sería el museo de memoria de Colombia. O aún peor, una Bogotá asolada no por el fenómeno del niño, sino por la decadente seguridad que se tiene. Menos mal la obra y gracia es para los médicos, que sí cuentan con los estudios necesarios para sacar de peligro a nuestro alcalde.


Lo realmente importante es que tenemos a nuestro alcalde, tal vez con una incapacidad… médica, aclaro. Para poner en orden esta cosmopolita ciudad, que realmente no se dio cuenta de que faltaba nuestro alcalde. Ojalá que falte lo menos posible, no sea que la EPS solo le pague el 66,67% del salario por los días de su convalecencia.