Las infraestructuras de centros de datos tensionan el suministro energético de Europa

El rápido crecimiento del almacenamiento de información en línea y de la inteligencia artificial está poniendo a prueba los recursos energéticos de Europa. Los expertos advierten que la infraestructura energética del Viejo Continente no está dando abasto para satisfacer la creciente demanda de centros de datos, un sector que está llamado a ser crucial en las próximas décadas y que está liderado actualmente por empresas estadounidenses.

El auge de los centros de datos

Actualmente, esta industria absorbe alrededor del 2,6% de la energía europea y se estima que para 2030 podría superar el 3,2%, sin contar el consumo energético de las redes de telecomunicaciones. "Europa es en este momento una región clave para el sector del big data y la inteligencia artificial. Las multimillonarias inversiones en nuevos cables submarinos y grandes centros de datos no dejan de aumentar y, en ese sentido, España se ha convertido en un país clave por su ubicación geográfica, su infraestructura de comunicaciones y por los precios de la energía. El problema es que, en todo este proceso, son las grandes plataformas tecnológicas las que de nuevo están tomando la delantera", afirma Ignacio Martín Llorente, director ejecutivo de OpenNebula Systems.

Los expertos consideran que el sector seguirá expandiéndose y que su consumo energético continuará aumentando. Un informe reciente de la firma CBRE señala que el mercado europeo de centros de datos creció casi un 20% interanual en el primer trimestre de 2024. "Hubo un desarrollo significativo en los cuatro principales mercados FLAP [Fráncfort, Londres, Ámsterdam y París], con París a la cabeza con más del 40% de crecimiento interanual", asegura la firma.

La preocupación por la autonomía estratégica

Este crecimiento ha generado preocupación por la llamada "autonomía estratégica" de Europa. Por este motivo, la Unión Europea y los países comunitarios han decidido potenciar a las empresas europeas del sector. "La Comisión Europea y varios Estados miembros han respondido con el llamado IPCEI-CIS, una inversión histórica de 1.200 millones de euros de fondos Next Generation EU, complementada con 1.600 millones de euros de financiación privada, para que desde la industria tecnológica europea garanticemos la existencia de una alternativa a las grandes plataformas de nube pública", explica Llorente.

El consumo energético

El crecimiento del sector de los centros de datos lo ha convertido en uno de los principales consumidores de energía de la región. Los datos más recientes de la Comisión Europea revelan que los centros de datos de la UE utilizaron aproximadamente entre 45 y 65 TWh de electricidad en 2022, lo que representa entre el 1,8% y el 2,6% del uso total de electricidad en la región. Por su parte, las redes de telecomunicaciones emplearon entre 25 y 30 TWh, entre el 1% y el 1,2% del total.

La Comisión Europea anticipa que el consumo energético de los centros de datos se duplicará o incluso triplicará el consumo de 2018 para 2030. "Muchos comentaristas consideran que estas cifras son inferiores a lo que sucederá en la realidad, dado el fuerte crecimiento de servicios y tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, el streaming, los juegos en la nube, blockchain, el aprendizaje automático y la realidad virtual", expresa un documento oficial.

Medidas para reducir el consumo energético

Bruselas ya está buscando posibles formas de enfrentar este problema. Fuentes oficiales señalan que la nueva directiva sobre informes de sostenibilidad corporativa requiere que las grandes organizaciones, incluidas las empresas de tecnología, informen sobre indicadores de sostenibilidad, así como sobre emisiones de energía y carbono. Asimismo, la Directiva refundida de Eficiencia Energética (EED) ha introducido requisitos de informes de energía y sostenibilidad para los centros de datos con sede en la Unión Europea.

Por su parte, Llorente considera urgente una reducción en el consumo energético de las grandes infraestructuras de nube pública. En este sentido, asegura que la tendencia es ir hacia un modelo de nube descentralizada, el llamado edge computing, en donde los datos que producimos en nuestros móviles y en otros dispositivos se procesen lo más cerca posible de los usuarios.

Impacto económico

Las empresas europeas están utilizando cada vez más servicios vinculados a los centros de datos para consolidar sus estrategias digitales y planes de innovación. Según las cifras más recientes de Eurostat, en 2023, el 45% de las empresas de la UE compraron servicios de computación en la nube.

"Es más probable que las grandes empresas opten por soluciones en la nube en comparación con las pymes. En 2023, el 78% de las grandes empresas compraron servicios en la nube, mientras que en las pymes el porcentaje fue del 44%. De las empresas que utilizan la computación en la nube, la mayoría (83%) dependía de la nube para alojar sus sistemas de correo electrónico, el 68% la usaba para almacenar archivos y el 66% para software de oficina, como el procesador de textos y las hojas de cálculo", según un informe de la entidad de estadística europea.

Asimismo, desde Eurostat detallan que la adopción de la nube varía significativamente entre los países de la UE, con los porcentajes más altos en Finlandia (78%), Suecia (72%) y Dinamarca (70%).

Conclusión

El auge del almacenamiento de información en línea y de la inteligencia artificial está poniendo a prueba los recursos energéticos de Europa. El sector de los centros de datos está creciendo rápidamente y se espera que su consumo energético se duplique o incluso triplique para 2030. La Unión Europea y los países comunitarios están tomando medidas para reducir el consumo energético y potenciar a las empresas europeas del sector, pero aún queda mucho por hacer para garantizar la autonomía estratégica de Europa en este ámbito.