Meta exime a los anunciantes del proceso de moderación de contenido
En un movimiento que prioriza las ganancias sobre la integridad, Meta ha implementado medidas para proteger a sus principales anunciantes de su proceso habitual de moderación de contenido. Esta decisión se produce en medio de preocupaciones de que los sistemas automatizados de la compañía puedan sancionar por error a las marcas de alto gasto.
Barandales de protección
Según documentos internos de Meta obtenidos por Financial Times, la compañía ha establecido una serie de "barandales" que protegen a los anunciantes que gastan más de 1.200 dólares en ingresos durante un periodo de 56 días. Estos barandales suprimen las detecciones de infracciones de las normas en función del gasto publicitario, lo que significa que los seres humanos revisarán manualmente algunos de los principales anunciantes.
Los documentos sugieren que un grupo denominado "gastadores P95", que gastan más de 1.500 dólares al día, estaba exento de restricciones publicitarias, pero que eventualmente serían enviados a una revisión manual por parte de humanos.
Preocupaciones por la precisión
Meta afirma que las cuentas de mayor gasto están sujetas desproporcionadamente a notificaciones erróneas de posibles infracciones. La compañía ha reconocido que ha evitado que sus sistemas desactiven algunas cuentas de alto gasto y que, en su lugar, se les haya enviado a una revisión por parte de seres humanos cuando existían dudas sobre la precisión de sus sistemas.
Defendibilidad y exenciones
Meta califica la práctica de tener barandales relacionados con el gasto como de "baja" defendibilidad, lo que indica la dificultad de justificar esta medida a las partes interesadas. La compañía también ha considerado buscar otras exenciones para ciertos anunciantes de alto gasto, como ofrecer protecciones más agresivas a los "gastadores platino y oro". Sin embargo, esta propuesta fue rechazada porque se estimó que el 73% de sus medidas de control estaban justificadas.
Críticas e implicaciones
Los críticos argumentan que la decisión de Meta de eximir a los anunciantes del proceso de moderación de contenido prioriza los ingresos y las ganancias sobre la integridad y la salud de los usuarios. También plantean preocupaciones sobre la evasión del proceso estándar de moderación y la posibilidad de que se permita contenido dañino o engañoso en la plataforma.
Esta medida también plantea preguntas sobre el papel de Meta en el ecosistema de publicidad digital. Al proteger a los anunciantes de alto gasto, la compañía puede estar creando un desequilibrio en el que las marcas más pequeñas y menos ricas enfrentan una moderación más estricta, lo que limita su capacidad para llegar a su público objetivo.
En general, la decisión de Meta de eximir a los anunciantes del proceso de moderación de contenido es un movimiento controvertido que plantea interrogantes sobre el compromiso de la compañía con la integridad de su plataforma y la protección de sus usuarios.