¿Por qué solo algunos pueden hacer el 'taquito' con la lengua? La ciencia sigue investigando
La lengua, un órgano sorprendentemente ágil, está compuesta por un sistema intrincado de músculos que trabajan en conjunto, permitiéndonos hablar, masticar y realizar movimientos que a menudo damos por sentado. Uno de estos movimientos, que captura la curiosidad de muchos, es la capacidad de enrollar la lengua, formando lo que popularmente se conoce como “taquito” o la forma de “U”. Sin embargo, no todos poseen esta destreza, y la ciencia se encuentra explorando las razones detrás de esta variabilidad.
El misterio del 'taquito': ¿Genética o entrenamiento?
Se estima que entre el 65% y el 81% de la población mundial puede doblar la lengua de esta manera. Durante mucho tiempo, se asumió que esta habilidad era un rasgo hereditario dominante. No obstante, investigaciones recientes están demostrando que la realidad es mucho más compleja. Por ejemplo, se han documentado casos de gemelos idénticos donde solo uno de ellos puede realizar el movimiento. Este fenómeno sugiere que la genética, aunque influyente, no es el único factor determinante.
Según Pérez (2025), periodista de El Imparcial, «la flexibilidad de la lengua depende no solo de la genética, sino también del entrenamiento y la estructura anatómica de la boca». En otras palabras, la capacidad de hacer el “taquito” podría estar influenciada tanto por la predisposición genética como por la práctica y las características físicas individuales.

El papel del entrenamiento y la práctica
La práctica, aunque no garantiza el éxito, podría desempeñar un papel significativo en el desarrollo de esta habilidad. Un estudio realizado en la Universidad de Delaware en la década de 1960 intentó dilucidar esta cuestión. En este experimento, diez personas que inicialmente no podían enrollar la lengua practicaron diligentemente durante un mes. Sorprendentemente, solo una de ellas logró adquirir la habilidad. Este resultado sugiere que, si bien el entrenamiento puede ser efectivo en algunos casos, no es una fórmula universal para todos.
Más allá del 'taquito': Otras figuras linguales y su significado
Además del famoso “taquito”, existen otros movimientos linguales aún más raros, como la formación de un “trébol” con la lengua. Solo un pequeño porcentaje de la población puede lograr esta hazaña. Se cree que la capacidad de realizar estos movimientos complejos está relacionada con la flexibilidad de los músculos de la lengua, la estructura del paladar y, posiblemente, ciertos factores externos que influyen en la movilidad de este órgano durante la infancia.
La conexión entre la lengua y la psicología
Más allá de la biología, algunos investigadores están explorando la posible relación entre la flexibilidad de la lengua y ciertos rasgos psicológicos. Un artículo publicado por Gizmodo sugiere que la capacidad de realizar figuras complejas con la lengua podría estar vinculada a la creatividad, la extroversión y la facilidad para resolver problemas.
Se ha observado que las personas que pueden formar un “trébol” con la lengua tienden a ser más sociables, mientras que aquellas que logran la forma de “U” suelen ser más introspectivas y analíticas. Estas hipótesis, aunque aún requieren una investigación más exhaustiva, abren nuevas vías para comprender la relación entre la plasticidad cerebral y el desarrollo cognitivo.
Como indica Xataka, comprender estas conexiones podría ayudarnos a descubrir más sobre cómo ciertas habilidades físicas están vinculadas a nuestras capacidades mentales. Estas ideas sugieren que lo que parece un simple truco con la lengua en realidad encierra un mundo fascinante de ciencia, genética y comportamiento humano.
Implicaciones para el futuro
La investigación en curso sobre la flexibilidad de la lengua está revelando información valiosa sobre la interacción entre la genética, el entorno y el desarrollo humano. En el futuro, comprender mejor estos factores podría tener implicaciones significativas en áreas como la terapia del habla, el diagnóstico de trastornos neurológicos y la optimización del aprendizaje y la creatividad.
Mientras tanto, la próxima vez que observes a alguien enrollando su lengua en forma de “taquito”, recuerda que estás presenciando un fenómeno complejo que involucra una combinación única de factores biológicos y ambientales. La lengua, aparentemente simple, sigue siendo un territorio fértil para la investigación científica y un recordatorio de la asombrosa diversidad de la experiencia humana.