Desalojo inminente para un asentamiento de 40 inmigrantes en Barcelona
La construcción de la nueva estación de La Sagrera en Barcelona está desplazando a una comunidad de aproximadamente 40 inmigrantes que viven en un asentamiento bajo el puente de Bac de Roda. Estas personas, en su mayoría de origen magrebí y subsahariano, han estado viviendo en el lugar durante los últimos tres años, pero su tiempo allí se está acabando.
El Ayuntamiento de Barcelona tiene previsto iniciar la remodelación del espacio en octubre, lo que obligará a los residentes del asentamiento a buscar un nuevo hogar. El consistorio asegura que todas las personas son adultas, incluidas algunas personas mayores, y que la mayoría recibe seguimiento de los servicios sociales.
Sin alternativas habitacionales
Sin embargo, los residentes del asentamiento afirman que nunca han recibido ayuda. Aseguran que nadie de los servicios sociales ni del Ayuntamiento se ha acercado a ellos para ofrecerles alternativas habitacionales.
Mohammed, uno de los residentes, expresa su preocupación por su futuro: "No sabemos dónde tendremos que ir cuando lleguen las obras aquí. Probablemente tendremos que ir a vivir a algún parque".
Causas de la migración
Las razones que llevan a los inmigrantes a vivir en asentamientos son la falta de acceso a un empleo debido a la falta de documentación y las dificultades para acceder a una vivienda.
El caso de Mohammed, que lleva nueve años sin ver a su familia, es un reflejo de la situación de miles de inmigrantes en Barcelona. "Es lo que más me duele", expresa con lágrimas en los ojos. Llegó a España en 2016 desde Marruecos en busca de mejores oportunidades laborales.
"En mi NIE pone que no puedo trabajar, y además aquí no viene nadie, nadie pregunta", concluye con frustración.
Preocupación vecinal
Los vecinos del distrito han solicitado al Ayuntamiento que rehabilite la zona debido a la insalubridad que se está generando. Se quejan de una proliferación de ratas negras.
Los grupos de vecinos matizan que no tienen problemas de convivencia con el asentamiento, sino con la dejadez de la administración, que perjudica tanto a los residentes del asentamiento como al resto de los vecinos.
"Hemos pedido que se desaloje el asentamiento, pero con garantías de una alternativa digna para estas personas. Es un error asociar este fenómeno al aumento de la delincuencia", aclara Alfred Puig, presidente de la Asociación Vecinal de Navas.