Aliança Catalana llena La Farinera con el independentismo de extrema derecha

La protesta contra el acto de campaña de Aliança Catalana en Barcelona ha enardecido a sus simpatizantes y militantes, que poco a poco llenan la sala de actos de La Farinera. Como Rosa, que ha venido de Ripoll para escuchar a una mujer que podría ver casi cada día en su pueblo: Sílvia Orriols, la alcaldesa de extrema derecha que aspira a presidir la Generalitat.

'Una mujer valiente y la futura presidenta de Cataluña'

Oriol Ges (número 3), vecino de Vic de 33 años y economista, ataca sin piedad a los “fariseos” que lideraron el proceso (Esquerra y Junts) y, en tono apocalíptico (en sintonía con el eslogan de la campaña: Salvem Catalunya) opina que “Cataluña tiene fecha de caducidad”. “Hace falta fuego nuevo”, dice Ges, que solo enciende la llama del auditorio cuando presenta a la alabada Orriols como “la mujer más valiente de este país”.

Cuando la alcaldesa de Ripoll (desde el año pasado) sube al escenario, los militantes alzan sus móviles y empiezan a grabar. Su discurso lleva el sello del victimismo: por la protesta frente a La Farinera, por los años de “cordón sanitario” sufridos en el ayuntamiento o por la multa que le ha impuesto el Govern por sus discursos contra la comunidad musulmana.

Aliança Catalana pide cerrar mezquitas y recatalanizar el país

El éxtasis de la sagrada Aliança (entre los militantes y Orriols) llega cuando plantea que un futuro Estado catalán “cerrará las mezquitas” que prediquen contra Occidente y cita el caso de Ripoll, donde un imán, Abdelbaky Es Satty, convenció a un grupo de jóvenes del municipio para que acabaran cometiendo los atentados de Barcelona y Cambrils de agosto de 2017, en el que murieron 16 personas.

Orriols, que ha vetado el cartel ganador de las fiestas de su pueblo porque aparecía una muchacha con hiyab, traslada una sensación de urgencia, como si fuera un comercial de enciclopedias con ganas de vender ya: “Podría ser la última oportunidad de salvar lo que somos. A Cataluña se le acaba el tiempo. O ahora o nunca”.

El partido de extrema derecha catalán propone “aplicar una moratoria” a la llegada de extranjeros hasta que hayan “asimilado” la “cultura y valores occidentales” (signifique eso lo que signifique) y la repatriación urgente de los inmigrantes “ilegales” y quienes “delincan” (se supone que todos, no se distingue entre un hurto y un asesinato).