Dos presidentes pugnan por el Colegio de Médicos de Madrid

El Colegio de Médicos de Madrid (Icomem) se encuentra en una situación inédita, con dos presidentes reclamando el cargo: el interino, Manuel Martínez-Sellés, quien perdió las elecciones del 17 de diciembre, y el ganador descalificado, Tomás Merina, al que la Comisión de Recursos del propio Colegio anuló la semana pasada la candidatura por no cumplir con los requisitos estatutarios.

El conflicto se recrudece

Los caminos para esclarecer el entuerto se agotan. A Martínez-Sellés se le acaba el mandato en funciones el 1 de febrero, mientras que a Merina el juzgado le ha rechazado las medidas cautelarísimas solicitadas tras la anulación. Ahora, solo le queda esperar a que se resuelvan las cautelares.

Mientras tanto, el futuro del colegio de médicos más grande de España, con 50.000 miembros, es incierto.

Indignación y protestas

Merina y sus seguidores están indignados, especialmente por el hecho de que la anulación se haya producido un mes después de las votaciones. Este miércoles se manifestaron ante las puertas del Colegio en el momento en que iba a celebrarse la toma de posesión, a la que estaban invitadas 450 personas, entre ellas numerosas autoridades.

«Si realmente el candidato [Tomás Merina] no se tenía que haber presentado, tenían que haberlo dicho antes de las elecciones. Que ahora haya sospechas sobre el uso de su honestidad, hace que yo me abochorne», comenta durante la protesta una doctora que se identifica como González y trabaja en el servicio de bioquímica del Hospital Gregorio Marañón.

Los argumentos de la impugnación

La candidatura de Martínez-Sellés presentó una queja ante la Comisión de Recursos antes del 17 de diciembre, solicitando la invalidación de la candidatura de Merina por no cumplir con dos requisitos: diez años de colegiación necesarios y estar en ejercicio activo de la profesión médica.

El equipo del presidente electo defiende que el recurso de Martínez-Sellés carece de fundamento. Según un documento oficial al que ha tenido acceso este periódico, Merina estuvo colegiado desde 1979 hasta 2009, año en que se jubiló y pasó a ser colegiado honorífico, pero en 2018 se reincorporó como colegiado y así sigue hasta la actualidad. El estatuto no especifica si esos diez años deben ser continuos.

Además, Merina ha asegurado a este periódico que sí está activo en el sector privado, «con contrato y pagos demostrables con transferencias bancarias», si bien no ha querido dar más detalles sobre su trabajo ni el centro donde está contratado.

El rechazo de las cautelarísimas

Merina solicitó medidas cautelarísimas al juzgado de lo contencioso-administrativo número 18 para acceder provisionalmente al cargo mientras el juez, José María Abad, resuelve el fondo del asunto. Sin embargo, esta solicitud ha sido denegada, según ha podido saber este periódico.

Fuentes jurídicas indican que esto no impide que el mismo juez le conceda el acceso a la presidencia como medida cautelar. La diferencia entre cautelarísimas y cautelares es que las primeras se conceden por una urgencia inaplazable para evitar un perjuicio y sin citar a la parte contraria. Estas mismas fuentes señalan que el rechazo de las cautelarísimas no debe interpretarse como una pista sobre la decisión final del juez.

Futuro incierto

Los seguidores de Merina se han manifestado dos veces ante las puertas del Colegio, el lunes y este miércoles. A esta segunda cita, el aspirante destituido acudió vestido con una bata blanca.

Merina reiteró que la junta «okupa» de Martínez-Sellés «ha creado este escándalo» porque tiene «miedo a que se conozcan las cuentas del Colegio y la relación personal que le vincula con la fundación a la que ha cedido la sede colegial», uno de los principales argumentos que la candidatura de Merina esgrimió contra su oponente durante la campaña electoral.

La Comunidad de Madrid se ha pronunciado en contra de las pretensiones de Merina. En rueda de prensa, el consejero de Presidencia, Miguel Ángel García, ha señalado que si su candidatura no cumplía con los requisitos, «lógicamente tendrá que repetirse este proceso electoral». García ha puntualizado que la Comunidad se limitará a «respetar la decisión del Colegio de Médicos» y desear que las nuevas elecciones se celebren «con la mayor brevedad posible».

El comunicado de la Comisión de Recursos que anuló la candidatura incluía un llamamiento a realizar un nuevo proceso electoral «a la mayor brevedad», pero ningún órgano ha fijado una fecha. Merina y sus apoyos sostienen que ni Martínez-Sellés ni la Comisión tienen potestad para convocar nuevas elecciones, algo que, según aseguran, corresponde a la junta electoral, que emitió otro comunicado el pasado lunes en el que solo suspendía el acto de toma de posesión.

Otras opciones

Entre la victoria de Merina, con el 47% de los votos, y la derrota de Martínez-Sellés, con el 25%, queda una tercera candidata, Esther Rubio, que recibió el 27% de las papeletas. Rubio se ha mantenido al margen de la situación a la espera de que se aclare, y luego tomará «la decisión que más beneficie al interés general de los médicos».

La posibilidad de que, en lugar de repetir las elecciones, se declare vencedora a Rubio por ser la segunda candidata con más votos, al parecer, ni siquiera se ha planteado.

Como esta situación tiene precedentes en el Icomem, los colegiados tampoco saben si procede convocar nuevas elecciones, a las que Martínez-Sellés ya ha dicho que no se presentaría.

Para otra manifestante en apoyo de Merina, Ana Cruz, especialista en reumatología jubilada del Hospital Severo Ochoa, lo que «está muy claro» es que la elección demostró «qué quieren los médicos». Cree que el presidente en funciones debería primero «dimitir, y luego si quiere se repiten elecciones».

«¿Qué es lo que quiere [Martínez-Sellés], qué demostración está haciendo? Cuando menos, conculca un valor democrático. Sacar una Comisión de Recursos cuando no sabíamos que existía, sacar un recurso a posteriori en función de los resultados que salen, eso es arbitrariedad», añade la doctora González sobre la postura de Martínez-Sellés.

En la manifestación de este miércoles, Merina aseguró que los miembros de la Comisión de Recursos «están mal asesorados». «No sé si el doctor Martínez-Sellés les ha comunicado la responsabilidad que están asumiendo», señaló.

Según Merina, el camino no acaba si los juzgados también deniegan las cautelares que ha interpuesto contra el dictamen de la Comisión de Recursos, ya que en ese caso planea recurrir la decisión de la junta electoral. Mientras tanto, asegura que todas estas «zancadillas» lo «rejuvenecen» y lo «animan a continuar en la batalla para ganar el Colegio de Médicos para defender la profesión».