Los arándanos, también conocidos como moras azules, son frutos silvestres muy populares en el mercado. Se suelen comer solos como un snack, en postres o incluso congelados para pasar el calor. Lo que muchos pasan por alto es que, además de su delicioso sabor, los arándanos traen muchos beneficios para la salud de sus consumidores. Son una de las frutas que contiene un nivel más alto de antioxidantes, lo que le da el pigmento a la fruta y que además tiene propiedades antiinflamatorias y anticancerígenas. Los arándanos son una gran fuente de nutrientes esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo, como la fibra, la vitamina C, la vitamina K y el manganeso. En el caso de las mujeres, los arándanos pueden ayudar a disminuir la presión arterial y el riesgo de ataques cardíacos. El consumo de la fruta puede reducir el riesgo de diabetes tipo 2 en adultos por su alto contenido de fibra. Los arándanos ayudan a neutralizar algunos de los radicales libres que afectan el ADN que interviene en el desarrollo de células cancerígenas u otras enfermedades similares. También pueden mejorar la coordinación motora, ralentizar el deterioro cognitivo en mujeres mayores y desarrollar la memoria a corto plazo. Además, evitan afectaciones intestinales como el estreñimiento y mantienen un tracto digestivo saludable. Son un remedio contra el envejecimiento prematuro y una gran ayuda a la hora de cicatrizar heridas. A pesar de su sabor dulce, solo tienen 80 calorías por taza, por lo que son una gran alternativa para saciar las ansias de comer dulces. El beneficio favorito de muchos es que hay muchas formas de comer arándanos: en conserva, deshidratados, congelados, entre otras.