El drama de Basir
Asistía por DEMOS, Estudio Legal de Derechos Humanos, Basir (nombre ficticio) se personó en la embajada española en Rabat el 13 de diciembre de 2022 y solicitó que se le aplicara el artículo 38 de la Ley de Asilo. Este artículo permite solicitar el traslado a territorio español para formalizar la solicitud de protección internacional siempre que exista riesgo para la integridad física de la persona. Basir, un joven de 25 años, lleva huyendo desde su adolescencia, cuando perdió a su padre y a uno de sus hermanos en una masacre en su aldea. Es cristiano y alega persecución religiosa en un país en guerra que ya tiene el mayor número de desplazados internos del mundo, más de siete millones de personas. Además, Basir fue uno de los supervivientes de la tragedia de Melilla en junio de 2022 y, aunque logró entrar en territorio español, fue expulsado en caliente. Si hubiera podido pedir asilo, se lo habrían concedido con seguridad: España resuelve favorablemente el 100% de los expedientes de sudaneses, según datos del Ministerio del Interior. La iniciativa de Basir puso al Gobierno ante el espejo. El Ejecutivo ha accedido a las peticiones de cientos de afganos en Pakistán, pero las ignora sistemáticamente en otros casos, especialmente en el de los subsaharianos. Basir puso a prueba el cumplimiento de la legislación y demostró que no es cierto que quien salta la valla o se sube a una patera lo hace porque quiere, ya que es posible pedir protección en las delegaciones diplomáticas. Así lo defendió España ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos cuando se juzgaba la legalidad de las devoluciones en caliente. En su defensa, la Abogacía del Estado argumentó contra los demandantes que estos "habrían podido entrar en España legalmente si hubieran presentado las solicitudes de asilo en Marruecos, en la Embajada, en los consulados de España en Marruecos o en el resto de Estados por los que pasaron". Este argumento, que fue clave para la sentencia absolutoria, también lo ha defendido el ministro Grande-Marlaska en varias ocasiones.Un caso que llega al Congreso
La angustiosa espera de Basir, que malvive en las calles de una capital marroquí con miedo a ser detenido, maltratado y expulsado por las fuerzas de seguridad, también llegó al Congreso el 9 de febrero de 2023. En el mismo texto en el que una mayoría de diputados reprobó al ministro del Interior por su actuación ante la tragedia de Melilla, se incluyó la petición del traslado inmediato a España de Basir. La impulsó el PP y hasta Vox votó a favor.Instrucciones incumplidas
Las instrucciones dadas para un caso como el de Basir establecen que el embajador tiene la facultad de facilitar el traslado del solicitante a territorio nacional si considera que "la integridad física de esa persona corre peligro". El embajador de España en Marruecos no decidió ni a favor ni en contra y, ante la inactividad administrativa, los abogados de Basir interpusieron un recurso ante la Audiencia Nacional el 1 de septiembre de 2023. Tres meses después, solicitaron la medida cautelar para que Basir pudiera viajar a España. La Audiencia se la denegó el 15 de enero porque no consideró que existiera ningún riesgo para la vida e integridad del solicitante, pero ante un nuevo recurso cambió de parecer. El nuevo auto toma en consideración una sentencia del Tribunal Supremo de febrero de 2024 que sienta jurisprudencia en casos de este tipo. En este caso, liderado por la Fundación Profesor Uría, el tribunal concede una medida cautelar a unos ciudadanos de Afganistán y pide al embajador su "traslado urgente".Tendencias España devuelve a Marruecos a otros ocho solicitantes de asilo saharauisEl Ministerio del Interior ha expulsado a un total de 24 saharauis que habían pedido asilo en el aeropuerto de Barajas, entre ellos ocho en la noche del domingo. Las expulsiones han sido criticadas por organizaciones humanitarias y partidos políticos.