Incidente en la Pista: Colisión de Aviones JetBlue en Boston

En la mañana del jueves 8 de febrero del 2024, una colisión entre dos aviones de JetBlue Airways conmocionó a los presentes en el Aeropuerto Internacional Logan en Boston. En circunstancias que aún se investigan, la punta del ala de la aeronave designada con el número de vuelo 777 rozó con el estabilizador del vuelo 551, lo que provocó la suspensión temporal de ambos servicios y un operativo de seguridad inmediato. A pesar del impacto, no se reportaron heridos entre pasajeros y tripulantes, un alivio en medio de lo que podría haber sido una tragedia.

Las operaciones aeroportuarias se vieron afectadas, resultando en la cancelación de los vuelos 777 con destino a Las Vegas y el 551 con rumbo a Orlando. Ambos aviones fueron rápidamente evacuados y removidos del área de deshielo de la pista para someterse a las necesarias reparaciones. Testigos en la escena, entre ellos varios pasajeros confirman que el evento no desencadenó pánico, pero sí una sacudida visible y audible que alertó a todos los presentes.

Repercusiones y medidas de seguridad

Frente a este suceso, JetBlue Airways reitera su compromiso con la seguridad, asegurando que la prioridad es determinar las causas que llevaron a dicho contacto para evitar futuros incidentes. Este es el tercer suceso de su tipo en menos de un año, elevando las preocupaciones de seguridad en el aeropuerto. Otras aerolíneas como United Airlines y Delta han sido participes de incidentes similares en el mismo aeropuerto, resaltando la necesidad de medidas preventivas más estrictas.

La Administración Federal de Aviación (FAA) se encuentra colaborando con JetBlue para esclarecer el incidente, calificado por la aerolínea como 'menor'. A medida que se desarrolle la investigación, las autoridades aeroportuarias se preparan para responder a las inquietudes y garantizar la seguridad de los miles de usuarios que transitan a diario por estas instalaciones.

Respuesta de los pasajeros

Mientras tanto, la reacción de los pasajeros ha sido de comprensible inquietud, pero también de agradecimiento por la inexistencia de daños personales. Pasajeros como Marry Menna rememoran el choque como un bache en el aire, aunque sin consecuencias mayores que la cancelación de sus planes de viaje y el cambio de aeronave para poder retomar sus itinerarios.