El café de especialidad, una tendencia en auge, está conquistando nuevos espacios en los barrios de Buenos Aires. Cada vez son más los establecimientos que ofrecen este tipo de café de alta calidad, y los vecinos responden con entusiasmo.
Un nuevo hábito en los barrios
En el barrio de Barracas, por ejemplo, cinco cafeterías de especialidad abrieron sus puertas en lo que va del año. Esta tendencia se repite en toda la ciudad, donde cada vez más barrios cuentan con su propia cafetería de especialidad.
"Hace 15 años, el café era una bebida genérica, pero hoy se ha convertido en un producto con mucha más valoración", afirma Sabrina Cuculiansky, periodista gastronómica y amante del café. "El café de especialidad es un microlote de una hacienda cosechado manualmente, donde alguien estuvo todo el día recogiendo uno por uno y solo llenó cuatro baldes".
Este tipo de café, que se caracteriza por su alta calidad y su sabor único, requiere de un barista especializado que sepa manejar la máquina, calibrar el molino y calcular los tiempos de extracción.
"El barista es el artista del café", afirma Walter Mitre, uno de los socios de La Motofeca, una de las cafeterías y tostaderos que impulsaron el movimiento del café de especialidad en Argentina. "Tiene que saber manejar la máquina, calibrar el molino y calcular los tiempos de extracción".
Una inversión rentable
Aunque la inversión inicial para abrir una cafetería de especialidad puede ser alta, se trata de un negocio rentable que puede generar buenos ingresos.
"La inversión imprescindible es la máquina y el molino, que arrancan en US$ 9.000, pero unos de calidad intermedia cuestan en promedio US$ 15.000", explica Mitre. "De ahí, para arriba".
Además de la máquina y el molino, también hay que contemplar el costo de las heladeras, las tazas y cucharas, las mesas y sillas, los trámites de habilitación, el costo de los servicios, el alquiler del local, los granos de café y el personal.
"Calculando grosso modo, un mínimo de US$ 25.000, que al mismo tiempo no es un número imposible si se juntan dos o tres amigos con algunos ahorros", afirma Mitre.
El futuro del café de especialidad
El café de especialidad es una tendencia que llegó para quedarse. Cada vez más personas buscan disfrutar de un café de alta calidad, y los barrios están respondiendo con entusiasmo a esta demanda.
"El café de especialidad es un símbolo de la identidad porteña", afirma Cuculiansky. "Es un lugar donde la gente se junta a conversar, a leer el diario o simplemente a disfrutar de un buen café".