El propietario de Burro Canaglia, Pedro Capote, se niega a declarar ante el juez que investiga el trágico incendio ocurrido en su local el pasado 21 de abril, en el que perdieron la vida tres personas.
Declaraciones de los testigos
En contraste, varios testigos han brindado sus testimonios, describiendo la rápida propagación del fuego a través de la decoración del local y los esfuerzos desesperados de los clientes por escapar. Uno de los testigos relató: "El fuego se extendió rápidamente y las plantas del techo empezaron a caer. Estuve oliendo a quemado mentalmente durante una semana".
Investigación en curso
La investigación se centra en determinar las posibles responsabilidades de esta tragedia y verificar si el negocio cumplía con todas las regulaciones de seguridad. Según las pesquisas iniciales, el incendio se originó debido a la preparación de un plato flambeado, cuando un camarero lo acercó demasiado a una columna.
Víctimas y daños
Entre las víctimas fatales se encuentran un camarero recién contratado y dos comensales que estaban sentados cerca del origen del fuego. La zona de entrada fue la más afectada por las llamas, atrapando a algunos clientes en el fondo del local mientras que otros cerca de la salida sufrieron quemaduras directas.
Secuelas psicológicas
Además de las pérdidas humanas, el incendio dejó secuelas psicológicas en los testigos y sobrevivientes. Muchos han reportado dificultad para dormir, ansiedad y estrés postraumático.
Contexto
El restaurante Burro Canaglia, que abrió sus puertas en 2022, pertenecía a una franquicia que imponía una decoración específica con paredes y techos cubiertos de plantas artificiales de plástico. La empresa Garrigues Retail, responsable del diseño y la reforma del establecimiento, eliminó este proyecto de sus redes sociales tras el mortal incendio.