El Parlamento balear ha sido testigo de una jornada vertiginosa este martes. A primera hora de la mañana, el PP ha alcanzado un acuerdo con los grupos de izquierda y nacionalistas para mantener vigente la Ley de Memoria Democrática, cuya derogación se iba a votar a lo largo de la sesión. A cambio, el PSIB-PSOE, Més per Mallorca, Més per Menorca y Podemos se han comprometido a ayudar a los populares a tumbar 34 enmiendas de Vox a la ley de Simplificación Administrativa.

El origen del conflicto

La grieta en las relaciones entre el PP y Vox en las Islas Baleares comenzó a ahondarse hace dos semanas, cuando el Parlamento debatía la ley de Simplificación Administrativa, una normativa que regula, entre otros aspectos, la construcción en zonas inundables y de riesgo de incendio. El texto llegó a la Cámara autonómica partiendo de un decreto aprobado en mayo pasado, que permitía la construcción de viviendas en zonas inundables. El PP cambió de opinión sobre este extremo tras la catástrofe de Valencia, pero para modificar el texto de la ley era necesario contar con el visto bueno de todo el arco parlamentario. Tras intentar negociar cambios con la oposición, los populares plantearon enmendar la ley una vez estuviera aprobada.

El texto de la ley se sometió a debate y, en el momento de votar las enmiendas que Vox había presentado, la bancada del PP dio su voto afirmativo. Tras darse cuenta del error, los populares reclamaron repetir la votación, algo a lo que Vox se negó en redondo. El portavoz popular, Sebastià Sagreras, afirmó que el voto del PP había sido fruto de un error humano, reclamó a Vox "juego limpio" y anunció que se aprobaría un decreto para derogar las 34 enmiendas de la extrema derecha, confiando en que los ultras lo avalarían. Sin embargo, la portavoz parlamentaria de Vox, Manuela Cañadas, se mostró "sorprendida" y afirmó que las enmiendas eran una respuesta al "cambio real que han pedido los ciudadanos", dando a entender que no pensaban apoyar un cambio en el paquete aprobado.

Ruptura de relaciones y retirada de los Presupuestos

La actitud de Vox sentó muy mal en las filas del Gobierno de Prohens, y la relación siguió empeorando cuando los ultras tumbaron también el proyecto de ley de los Presupuestos de 2025 en la comisión parlamentaria. Al día siguiente, Manuela Cañadas dio por rotas las negociaciones con los populares al considerar que los diputados de Vox habían sido "engañados". "Nos sentimos traicionados", dijo Cañadas, que insistió en que la intención de los populares era incluir algunas de sus enmiendas en los Presupuestos pero sin dotación económica.

Con la relación rota con Vox, el PP de Baleares perdía la posibilidad de derogar las 34 enmiendas de los ultras y tenía muy complicado sacar adelante las cuentas autonómicas. Con estos mimbres, los populares comenzaron el acercamiento con la izquierda, lo que se ha materializado en el acuerdo de este martes, por el que la izquierda apoyará la retirada de esas enmiendas de Vox a cambio de que el PP mantenga en vigor la Ley de Memoria Democrática.

Recosiendo los puentes

El acuerdo entre PP y izquierda ha supuesto una victoria para la democracia en las islas, según el portavoz parlamentario del PSIB-PSOE, Iago Negueruela. "La democracia de estas islas ha ganado, han ganado las asociaciones de la memoria democrática. Un acuerdo que demuestra que la oposición ha estado a la altura", ha dicho Negueruela.