Cada 2 de mayo, la Comunidad de Madrid se viste de orgullo para recordar el levantamiento del pueblo madrileño contra la invasión francesa en 1808, un acontecimiento que marcó el inicio de la Guerra de la Independencia de España.

El detonante del levantamiento

El detonante del levantamiento fue el intento de los franceses de trasladar a los hijos de Carlos IV a Bayona para que renunciaran al trono español. El 27 de abril de 1808, el general francés Joaquín Murat consiguió la autorización para llevar a cabo esta operación, lo que provocó la indignación de los madrileños.

El levantamiento en las calles de Madrid

El 2 de mayo, los madrileños salieron a las calles para protestar contra la presencia francesa. Las protestas se concentraron en el Palacio Real, la Puerta del Sol y la Puerta de Toledo, escenarios clave de la revuelta.

En la Puerta de Toledo, la lucha se volvió especialmente feroz. Murat reaccionó duramente, fusilando a todos los arrestados que portaban armas. En total, 32 personas fueron ejecutadas ese día, y 43 más al día siguiente en los conocidos como Fusilamientos del 3 de Mayo.

Los héroes del 2 de mayo

El levantamiento del 2 de mayo contó con numerosos héroes, entre los que destacan Manuela Malasaña, una joven bordadora de 17 años que murió fusilada por defender a su patria.

También jugó un papel fundamental el Parque de Artillería de Monteleón, donde los militares españoles repelieron la primera embestida del ejército francés.

El legado del 2 de mayo

El 2 de mayo sigue siendo un día de gran importancia para Madrid y para España. Conmemora la valentía y el sacrificio del pueblo madrileño en la lucha contra la invasión extranjera, y es un símbolo de la resistencia española frente a la opresión.