El padre de Lucas González encuentra paz tras la segunda condena por el asesinato de su hijo

El padre de Lucas González, Héctor González, expresó su alivio tras la segunda condena por el asesinato de su hijo. El exoficial Facundo Torres fue sentenciado a cinco años de prisión por encubrimiento, lo que brinda tranquilidad a la familia de Lucas.

El crimen de Lucas González

Lucas González, un futbolista de 17 años, fue asesinado en noviembre de 2021 por policías de la Ciudad de Buenos Aires. En un juicio anterior, tres policías fueron condenados a prisión perpetua por el homicidio quíntuplemente agravado, mientras que otros recibieron penas de entre 4 y 8 años de prisión por diversos delitos.

El segundo juicio

En el segundo juicio, Facundo Torres fue condenado como "autor penalmente responsable de los delitos de encubrimiento agravado por la condición de funcionario público" y "partícipe primario de falsedad ideológica y privación ilegal de la libertad". También fue inhabilitado por 10 años para ejercer cargos públicos.

Las palabras del padre de Lucas González

Héctor González calificó el asesinato de su hijo como "macabro" y expresó que "nos destruyeron como familia". Agradeció al abogado Gregorio Dalbón y a los amigos de Lucas por su apoyo durante el proceso legal.

"Hoy se cierra esta etapa y no sé cómo seguiré mañana. Hicimos todo gracias al doctor Gregorio y todas las familias. No lo tengo ni lo voy a tener, lo voy a visitar a un cementerio, pero no se lo llevaron de arriba. No fue nada fácil, te lo puedo asegurar. Mi hijo descansa en paz y gracias a Gregorio (Dalbón). Los amigos fueron guerreros a la par nuestra, tendrían que estar en el colegio y jugando a la pelota. Esos chicos también van a relajarse y Dios los acompañe para seguir un sueño. Llegó más lejos de lo que él pensaba."

Héctor González, padre de Lucas González

Impacto del veredicto

La condena de Facundo Torres brinda tranquilidad a la familia de Lucas González y cierra una etapa dolorosa en su proceso de duelo. El veredicto también envía un mensaje de que los responsables de crímenes atroces serán llevados ante la justicia.