El nuevo macrocentro para menores inmigrantes de Madrid, conocido como el "centro de primera acogida", ha generado controversia debido a su ubicación aislada. El centro, ubicado en el Cerro de la Cantueña, al sur de la capital, está rodeado por el polígono industrial Cobo Calleja y se encuentra lejos de viviendas, centros educativos y sanitarios.
Ubicación aislada, preocupaciones sobre la integración
Los expertos en la inserción de menores inmigrantes advierten que la ubicación del centro puede dificultar su integración en la sociedad. El centro se encuentra a 600 metros de los primeros edificios, naves industriales con letreros en chino. Los menores que residan en el centro tendrán que caminar 1,3 kilómetros a través de un campo para llegar a las viviendas más cercanas, ubicadas en el municipio de Parla. El instituto más cercano está a una hora y cuarto y el centro de salud más cercano a una hora y media.
Las organizaciones que trabajan con menores inmigrantes y la oposición a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, han criticado la ubicación del centro. Argumentan que el aislamiento dificultará la integración de los menores, favorecerá la creación de guetos y la estigmatización.
Capacidad y servicios
El centro tiene capacidad para 96 plazas y contará con un "centro de referencia para la integración y formación" de los menores. Los profesionales del centro trabajarán en "rutas formativas y de inserción sociolaboral", enseñándoles español, normas de convivencia en España y cómo buscar empleo.
Controversia política
La ubicación del centro ha generado un enfrentamiento político entre el Gobierno de Ayuso y el Ayuntamiento de Fuenlabrada, gobernado por el socialista Javier Ayala. Ayala ha criticado la decisión de la Comunidad de Madrid por tomarla de manera unilateral y contravenir un convenio de cesión de 1999.
El Ayuntamiento de Fuenlabrada ha emprendido tres acciones legales contra el proyecto: una para paralizar las obras, otra para revertir la titularidad del espacio y una tercera por la adjudicación del contrato de obras por la vía de emergencia.
En medio de esta disputa, el Ayuntamiento de Fuenlabrada ha anunciado que votará en pleno la propuesta de llamar al centro con el nombre de la presidenta Díaz Ayuso, una medida que no tiene recorrido legal pero que serviría para llamar la atención sobre la polémica.
La Comunidad de Madrid defiende la ubicación del centro, argumentando que se encuentra cerca de la autovía de Toledo y que se están estudiando nuevas líneas de transporte público.