Las sentencias del TC obligan al PSOE andaluz a mirar atrás y preguntarse por qué no defendió a los exdirigentes imputados en el caso ERE

Las sentencias del Tribunal Constitucional (TC) que han anulado parcial o totalmente las condenas a varios exdirigentes socialistas de la Junta de Andalucía en el caso de los ERE han obligado al PSOE andaluz a hacer autocrítica y a cuestionarse por qué durante los diez años que duró el proceso la cúpula del partido no salió a defender a los ex altos cargos, ahora amparados por el tribunal de garantías. Entre los condenados se encontraban dos expresidentes de la Junta y del PSOE, Manuel Chaves y José Antonio Griñán.

En un artículo publicado en el medio digital Huffpost, el actual secretario general del PSOE de Andalucía, Juan Espadas, apunta directamente a la última presidenta socialista de la Junta y exsecretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz, acusándola de haber abandonado a Griñán y a Chaves en la estacada. Espadas recuerda que Ciudadanos presumió de exigir la renuncia de Manuel Chaves y José Antonio Griñán como diputado y senador para apoyar la investidura de Díaz tras las elecciones autonómicas de 2015.

"El PSOE dañó su imagen por no defender a los ex altos cargos"

Según Espadas, la posición de la entonces todopoderosa dirigente socialista contribuyó a "dañar la imagen del PSOE y la honorabilidad" de las personas ahora amparadas por el Tribunal Constitucional. "Como desgraciadamente hemos comprobado después, los cortafuegos vestidos de acuerdos contra la corrupción que implícitamente reconocían una culpa general o que no explicaron bien lo que ahora la sentencia del Tribunal Constitucional hace de forma muy pedagógica, apoyando la legalidad de las actuaciones de los gobiernos socialistas o lo aprobado por el Parlamento y desmontando el gran relato falso, sólo [contribuyeron], a mi juicio, y vista la cacería del PP y sus socios de Vox que continúa en la actualidad, a dañar la imagen del PSOE y la honorabilidad de las personas a las que se han vulnerado sus derechos", ha señalado Espadas.

Susana Díaz ha respondido con un críptico mensaje en la red social Twitter: "Escribe Leonardo Padura en su novela Como polvo en el viento que ‘en el socialismo nunca sabes el pasado que te espera’. Algunos ahora están intentando reescribirlo para quedar bien".

Manuel Chaves: "Susana Díaz nos mató; es como si nos hubiese clavado un puñal"

En una entrevista con el diario El País, el expresidente andaluz Manuel Chaves ha reconocido que "faltó pedagogía, faltó información" para explicar que las partidas de los ERE se destinaron en su mayoría a las prejubilaciones de 6.400 trabajadores. "Y eso es responsabilidad nuestra", ha destacado.

Chaves también ha aclarado el sentido de una frase que le dijo en su día a Griñán: "Pepe, Susana [Díaz] nos ha matado; es como si nos hubiese clavado un puñal", una frase recogida por el periodista Manuel Pérez Alcázar en el libro Delfines y tiburones. Hasta ahora se creía que fue por el hecho de que Díaz le exigiera a sus actas de parlamentarios para ser investida con el apoyo de Ciudadanos. El expresidente lo ha explicado así: "El contexto donde yo dije la frase no es donde los medios dicen. Es verdad que la dije y voy a decir por qué: porque, después de la sentencia de la Audiencia de Sevilla, el primer golpe fuerte que yo recibí de darme cuenta de lo que me estaba ocurriendo, de lo que podía empezar a ocurrir, era que no me invitaran a un acto muy importante del partido a mí y a Pepe Griñán. Fue un golpetazo muy fuerte". El acto al que se refiere Chaves fue uno organizado por el PSOE de Susana Díaz en febrero de 2016 para conmemorar el 36º aniversario del 28-F (el referéndum que dio lugar al acceso de Andalucía a la autonomía por la vía rápida). Ni él ni Griñán (ambos suman 23 años al frente de la Junta) fueron invitados, y sí asistieron los expresidentes Rafael Escuredo y José Rodríguez de la Borbolla.

Juan Espadas, al contrario que Susana Díaz, no firmó la petición de indulto parcial que la familia de José Antonio Griñán presentó al Gobierno central, al considerarla un asunto familiar y personal. Espadas se amparó en que el código ético del partido prohíbe expresamente que los cargos públicos puedan solicitar indultos a condenados por casos de corrupción.