El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña suspende el decreto que fomenta el catalán en las escuelas

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha suspendido este viernes el decreto de la Generalitat que tenía como objetivo potenciar el uso del catalán en las escuelas e institutos y elevar el nivel de conocimiento de la lengua entre los docentes.

¿Qué implica la suspensión del decreto?

La suspensión del decreto supone que las medidas previstas en él quedan paralizadas temporalmente, a la espera de que el TSJC se pronuncie sobre el fondo del asunto. Esto afecta especialmente a la exigencia de un nivel alto de catalán (C2) para los profesores que quieran promocionar o cambiar de plaza a partir del curso 2027-28.

¿Por qué se ha suspendido el decreto?

El TSJC argumenta que el decreto va en contra de las sentencias anteriores del propio tribunal y del Tribunal Constitucional, que establecen que tanto el castellano como las lenguas cooficiales deben ser vehiculares en la enseñanza.

El tribunal considera que el decreto no garantiza adecuadamente la enseñanza en castellano, al establecer el catalán como única lengua vehicular y relegar el castellano a una asignatura curricular, sin establecer una garantía mínima de uso.

¿Qué reacciones ha generado la suspensión?

La consejera de Educación en funciones, Anna Simó, ha calificado la suspensión del decreto de "extralimitación de funciones" por parte de los jueces y ha anunciado que la Generalitat recurrirá la decisión.

¿Cuál es el contexto de esta medida?

La Generalitat aprobó el decreto en mayo de 2023, tras constatar un retroceso en el uso del catalán en los últimos años, tanto en el ámbito educativo como en la sociedad en general. El decreto buscaba "blindar" el uso del catalán en las escuelas a través de varias medidas, entre ellas el establecimiento del catalán como lengua vehicular y la exigencia de un nivel alto de catalán para los docentes.

¿Qué consecuencias puede tener la suspensión del decreto?

La suspensión del decreto puede generar incertidumbre y preocupación entre los docentes y las familias. También puede suponer un retraso en la implementación de las medidas previstas para potenciar el uso del catalán en las escuelas.