El viraje ideológico del PRO: La seducción libertaria
Los libertarios aceleran el operativo seducción a dirigentes del PRO. Milei busca ganar territorialidad. Frigerio y Torres, en contra del comunicado partidario que cuestiona a Milei.
El salto de los amarillos a los violetas
El primer cruce de la vereda del PRO a la de LLA fue el de Patricia Bullrich, en el inicio de la gestión. La ministra de Seguridad mantiene su propia guerra con Macri, y sin haber abandonado el barco amarillo trabaja para seducir dirigentes, bajo el argumento de la agonía del PRO tras haber perdido sus votantes a manos de Milei. Sería, así, una cuestión de supervivencia.
A quienes primero convenció de alinearse sin fisuras al Gobierno fue a los diputados de su ala. Damián Arabia, Sabrina Ajmechet, Silvana Giudici o Patricia Vázquez. Quien cada vez más rápido se tiñe de violeta es, por su parte, Fernando Iglesias.
Operativo seducción en territorio bonaerense
El anzuelo libertario busca ahora a intendentes bonaerenses. En su desembarco en Mar del Plata para robustecer el armado bonaerense, Karina y Menem (así como Sebastián Pareja) se acercaron más a Guillermo Montenegro, intendente de General Pueyrredón, uno de los jefes comunales que se ve tentado a pasar de bando y muestra en sus redes una agenda cercana a la de Bullrich. En LLA se mostraron además entusiasmados con haber capturado para sus filas a Diego Valenzuela, de Tres Febrero.
Santiago Passaglia (San Nicolás) o Ramón Lanús (San Isidro) también dieron señales también proclives a un acuerdo.
Equilibristas y puentes tendidos
Otros dirigentes hacen equilibrio. Diego Santilli apuesta a erigirse como el candidato de unidad, y se mostró desde el inicio elogioso con las políticas de Milei. En LLA destacan que Santilli es un caso atípico: “Es tal vez el único dirigente que mide más que la marca PRO”, señalaban en el partido violeta. El diputado, a su vez, tiene ascendencia sobre algunos intendentes, como Javier Martínez (Pergamino), Lisandro Matzkin (Coronel Pringles), Sebastián Abella (Campana) y Diego Reyes (Puán).
También Cristian Ritondo tiende lazos con los libertarios de la provincia de Buenos Aires. El diputado tampoco vio con buenos ojos el comunicado del partido, pese a que es uno de los cinco nombres que Macri propuso para una mesa de negociación de la alianza electoral, junto con Ana Clara Romero, Silvia Lospennato, Hernán Lacunza y Soledad Martínez.
La búsqueda de capilaridad
La búsqueda de dirigentes es una forma de suplir la falta de capilaridad de LLA, en especial de cara a las elecciones, cuando deberá conformar listas competitivas en los veinticuatro distritos. El caso de Juez se suma, por ejemplo, el de Alfredo Olmedo en Salta, quien recibió el abrazo de Karina y de Martín Menem cuando éstos visitaron la provincia. El empresario de la campera amarilla quedó al frente del armado en la provincia norteña.
También en el NOA, hay expectativas en Tucumán, donde el gobernador Osvaldo Jaldo, el peronista más cercano a Milei, intenta cerrar filas con el PJ de cara al amado de listas. Allí talla Lisandro Catalán, vicejefe de Gabinete nacional y virtual ministro del Interior, al tiempo que se sumó el diputado Mariano Campero, uno de los radicales “peluca” que exploran acuerdos con LLA, al igual que Pablo Cervi (Neuquén), Martín Alfredo Arjol (Misiones) y Luis Albino Picat (Córdoba).
Gobernadores en desacuerdo
Los dos gobernadores del PRO, Torres y Frigerio, mantuvieron distancia de las internas, y no ocultaron su fastidio el lunes por el comunicado del PRO, cuyo contenido llegó a sus ojos con el texto ya lanzado en las redes sociales.
“Hace cinco días Macri planteó avanzar en un acuerdo. Decir que hay una ‘visión autoritaria’ por la falta de Presupuesto en extraordinarias es bastante incoherente”, fue la crítica que brotó desde una de esas provincias.
En ese tanteo, ambos creen que falta mucho para el cierre de listas, y nada está descartado. La aproximación que plantea Torres está en la misma línea que la del marplatense Montenegro. “Hay diferencias en la táctica y en la estrategia de cómo avanzar con Milei”, dijeron en el ala dialoguista del PRO, donde creen que las tensiones “son naturales”.
Conclusión
El PRO atraviesa un momento de redefinición ideológica. La irrupción de Milei y su discurso libertario ha obligado al partido a replantear su estrategia y buscar alianzas para mantener su competitividad electoral. Sin embargo, las diferencias internas y las tensiones con los gobernadores dificultan la conformación de un frente unido.