Elektra Cómic se despide del centro de Madrid ante la presión de las viviendas turísticas
Tras 29 años en la calle San Bernardo, Elektra Cómic, una de las tiendas de cómics más emblemáticas de Madrid, se ve obligada a trasladarse ante la imposibilidad de hacer frente al aumento del alquiler. Según denuncian sus dueños, un inversor ha ofrecido el doble de lo que ellos pagan actualmente para convertir el local en viviendas turísticas.
Un cambio de panorama en el centro de Madrid
Este cierre es un reflejo de la creciente presión que sufren los pequeños comercios en el centro de Madrid debido al auge de las viviendas turísticas. Los inversores están ofreciendo sumas muy elevadas por los locales comerciales, lo que hace que sea inviable para muchos negocios continuar con su actividad.
Elektra Cómic no es el único negocio que se ha visto afectado por esta situación. En los últimos años, numerosos establecimientos tradicionales han tenido que cerrar sus puertas debido a la subida de los alquileres.
Un barrio especializado en cómics
La zona donde se encuentra Elektra Cómic es un punto neurálgico de la cultura del cómic en Madrid. En un radio de 100 metros se encuentran otras tiendas especializadas como Otaku Center, Generación X y Atomizados. Este cierre supone un duro golpe para el sector y para los aficionados al cómic.
El futuro de Elektra Cómic
Los dueños de Elektra Cómic aún no saben dónde se trasladarán, pero esperan poder seguir en el centro de Madrid. Sin embargo, reconocen que tendrán que buscar un local más pequeño.
A pesar de las dificultades, Elektra Cómic asegura que continuará con su actividad. Sus seguidores han mostrado su apoyo en las redes sociales y prometen seguir acudiendo a la tienda dondequiera que se traslade.
"Nosotros estábamos funcionando bien y vamos a continuar", afirma Alberto Simón, uno de los dueños de la tienda.
El cierre de Elektra Cómic es un triste ejemplo de cómo la presión de las viviendas turísticas está transformando el centro de Madrid. Los pequeños comercios, que son parte del tejido social y cultural de la ciudad, están desapareciendo, dando paso a un paisaje cada vez más homogéneo y turístico.