La federación de Barcelona de ERC presiona para entrar en el gobierno del alcalde Collboni
La presión del Grupo Municipal de Esquerra en el Ayuntamiento de Barcelona para entrar en el gobierno del alcalde Jaume Collboni ha abierto otro frente en el partido. Este pulso se suma a los recientes reveses electorales, la pérdida de la presidencia de la Generalitat y la retirada de Junqueras de la presidencia del partido.
Un pacto con polémica
El acuerdo con el PSC contempla que ERC asuma la tenencia de alcalde de Economía, con responsabilidad en las carteras de Turismo y Derechos Sociales, con la lengua catalana como una prioridad. Sin embargo, el pacto no cuenta con el aval de la dirección del partido, salvo Junqueras, ni de la mayoría del territorio, que ve una coalición con el PSC como la peor de las opciones. La federación de Barcelona, pese a su histórica autonomía, tampoco está unida en este asunto.
Argumentos a favor y en contra
Los defensores del pacto argumentan que el partido lleva ocho años en la oposición y que es necesario ser pragmáticos y tocar poder. También señalan que sería una forma de ganar visibilidad y que Elisenda Alamany, líder del grupo municipal de ERC, tenga una buena posición de partida como candidata en 2027.
Por otro lado, los críticos piden tiempo para debatir y decidir. Argumentan que Barcelona no es una ciudad cualquiera y que el pacto debe ser analizado cuidadosamente.
El alcalde Collboni se muestra abierto
Mientras tanto, el alcalde Collboni se ha mostrado abierto a acuerdos de izquierdas y ha señalado que Barcelona es una carpeta separada de otras instituciones. Su número dos, la teniente de alcalde Laia Bonet, ha afirmado que las conversaciones con ERC no han cesado.
El desenlace de este pulso interno en ERC tendrá un impacto directo en el futuro del gobierno municipal de Barcelona. La votación entre la militancia el próximo jueves será clave para determinar el rumbo del partido en la ciudad.