Escasa oferta de pediatras deja a varios pueblos de Madrid sin atención especializada
En la Comunidad de Madrid, la escasez de especialistas en pediatría ha llevado a que ocho centros de salud se encuentren sin pediatra, afectando especialmente a los municipios más alejados del núcleo metropolitano de Madrid.
Un problema que se agrava en los pueblos más pequeños
Uno de los municipios afectados es San Martín de Valdeiglesias, con una población de 9.003 habitantes. Este pueblo no cuenta con ningún pediatra fijo, y los niños tienen que esperar a los martes para ser atendidos por un pediatra itinerante. Si el niño enferma cualquier otro día de la semana, las familias tienen que recorrer los 60 kilómetros que les separan del hospital más cercano, el Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles.
La situación es similar en otros pueblos pequeños de la Comunidad de Madrid, como Navalcarnero (31.955 habitantes), donde solo uno de los dos centros de salud cuenta con pediatras, y la falta de correspondencia entre el número de pacientes y la cantidad de especialistas provoca largas listas de espera, derivaciones a otros centros u hospitales y una rotación constante de pediatras.
Falta de incentivos y condiciones laborales precarias
Según el sindicato de médicos Amyts, en la Comunidad de Madrid hay entre 200 y 300 plazas vacantes en pediatría, una cifra que aumenta a 700 si se cuentan las plazas de pediatra ocupadas por médicos de familia. Esta escasez se debe a la falta de incentivos y a las precarias condiciones laborales en los centros de salud, especialmente en los municipios más alejados del núcleo de Madrid.
La Consejería de Sanidad ha aprobado medidas como el pago de complementos por cubrir plazas de pediatría en centros de difícil cobertura y el establecimiento de un límite de 24 pacientes por agenda diaria, pero estas medidas aún no han solucionado el problema.
Consecuencias para las familias
La falta de pediatras en los pueblos pequeños de Madrid tiene graves consecuencias para las familias. Tienen que recorrer largas distancias para acudir a las consultas, lo que supone un gasto económico y una pérdida de tiempo. Además, la falta de pediatras fijos dificulta el seguimiento de la salud de los niños y puede retrasar el diagnóstico y tratamiento de enfermedades.
"Es imposible que un médico atienda a todos los niños del pueblo el día que va al centro de salud", asegura Dora Bejarano, pediatra y responsable de esta área en el sindicato de médicos Amyts.
Las familias también se quejan de la rotación constante de pediatras, lo que dificulta la creación de un vínculo entre el médico y el niño.
Ante esta situación, las familias se ven obligadas a acudir a los centros de salud o a las urgencias por gripes y otras enfermedades menores, lo que colapsa aún más estos servicios.
Conclusión
La escasez de pediatras en los pueblos pequeños de Madrid es un problema grave que afecta a las familias y a la calidad de la atención sanitaria. Es necesario que la Consejería de Sanidad tome medidas urgentes para solucionar este problema y garantizar que todos los niños de la Comunidad de Madrid tengan acceso a una atención pediátrica de calidad.