La Cámara de Diputados avala el traspaso de la Guardia Nacional a la Sedena
En una sesión maratónica que se prolongó por más de 16 horas, la Cámara de Diputados aprobó en la madrugada de este viernes la reforma a la Constitución que transfiere la Guardia Nacional de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
El dictamen, que fue avalado en lo particular con 353 votos a favor y 126 en contra, contó con el respaldo de la mayoría calificada de Morena, sus aliados del Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), así como con el voto a favor de algunos diputados del PRI y del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
"La reforma permitirá fortalecer la estrategia de seguridad del gobierno federal y brindar mayor seguridad a los mexicanos", aseguró el diputado Ignacio Mier Velazco, coordinador del grupo parlamentario de Morena.
Sin embargo, la oposición conformada por el PAN, el PRI, Movimiento Ciudadano (MC) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) rechazó la reforma, argumentando que militarizará la seguridad pública y violará los derechos humanos.
"Este es un golpe a la democracia y a la división de poderes", advirtió el diputado Jorge Romero Herrera, coordinador del grupo parlamentario del PAN.
La reforma aprobada por la Cámara de Diputados ahora pasará al Senado de la República para su discusión y eventual aprobación.
¿Qué implica el traspaso de la Guardia Nacional a la Sedena?
El traspaso de la Guardia Nacional a la Sedena implica que esta corporación pasará a depender del mando y control de la Secretaría de la Defensa Nacional, y su estructura, organización y funcionamiento estarán regidos por las normas militares.
La reforma también otorga a la Guardia Nacional la facultad constitucional de investigar delitos, bajo la coordinación del Ministerio Público.
Asimismo, los elementos de la Guardia Nacional tendrán fuero militar, lo que significa que serán juzgados por tribunales militares en caso de cometer delitos.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador ha defendido la reforma, argumentando que es necesaria para enfrentar la violencia e inseguridad que se vive en el país.
"La Guardia Nacional es una institución civil, pero necesita el apoyo de las Fuerzas Armadas para cumplir con su misión de brindar seguridad a los mexicanos", dijo el Presidente López Obrador.
Sin embargo, los críticos de la reforma advierten que militarizar la seguridad pública puede tener consecuencias negativas, como el aumento de la violencia y la violación de los derechos humanos.
Reacciones a la aprobación de la reforma
La aprobación de la reforma que transfiere la Guardia Nacional a la Sedena ha generado reacciones encontradas.
Organizaciones de la sociedad civil y defensores de los derechos humanos han expresado su preocupación por los posibles abusos que puedan cometer los militares en el ejercicio de funciones de seguridad pública.
Por su parte, los gobernadores de los estados han manifestado su apoyo a la reforma, argumentando que permitirá fortalecer la seguridad en sus entidades.
El futuro de la Guardia Nacional quedará en manos del Senado de la República, que deberá discutir y votar la reforma aprobada por la Cámara de Diputados.