Héroes anónimos en Sedaví: vecinos salvan vidas tras la riada
En medio de la oscuridad y el estruendo de la riada, un grito de esperanza resonó en Sedaví: "¡Susana! ¡Susana!". Era el grito de Jorge, llamando a su vecina, la campeona de balonmano Susana Pareja. Susana estaba atrapada en la reja de una ventana, con el agua por la cintura.
Junto a ella, su amiga Vanesa, también atrapada. Pero no estaban solas. Los vecinos de los edificios cercanos les lanzaban palabras de ánimo y ayuda. Desde el primer piso, Javier Ruiz Nieto, Yolanda Moraga y sus hijos lanzaron una cuerda hecha con sábanas, salvando a cinco personas que estaban a punto de ser arrastradas por la riada.
En la residencia de ancianos, José Luis Garrido ayudó a evacuar a los mayores a las plantas superiores, mientras Carmen, vecina del ático, rescataba a varias personas que salían del supermercado. Todos ellos, héroes anónimos que salvaron vidas en medio del caos.
"No tuve miedo, tuve mucho frío, el agua estaba helada, solo pensaba en aguantar, aguantar, aguantar", asegura Susana Pareja.
Susana y Vanesa permanecieron agarradas a la reja durante casi seis horas, hasta que bajó el agua. "Los coches se estampaban contra las paredes y se amontonaban, afortunadamente, al otro lado de la calle", recuerda Susana. "Vimos pasar decenas de coronas de flores, pensábamos que eran ruedas de coches", relata.
La riada dejó a Sedaví devastado, pero también dejó al descubierto la solidaridad y el heroísmo de sus vecinos. Personas que, sin dudarlo, arriesgaron sus vidas para salvar a los demás.