El presidente Javier Milei anuncia una nueva era de reconciliación con las Fuerzas Armadas

Nueve días después del polémico spot oficial que expuso la influencia de la guerrilla en el debilitado escenario político que condujo al golpe de Estado de 1976, el presidente Javier Milei eligió el aniversario del desembarco con el que hace 42 años se intentó recuperar las islas Malvinas para anunciar una nueva era de reconciliación con las Fuerzas Armadas.

Más allá de toda reivindicación, el reconocimiento que esperan hoy los militares se vincula más con las mejoras salariales, cuando el propio gobierno de La Libertad Avanza las recortó el último día de enero.

El mensaje del Presidente fue bueno, pero son expresiones de deseos que no tienen su correlato en los hechos

"El mensaje del Presidente fue bueno, pero son expresiones de deseos que no tienen su correlato en los hechos. La falta de presupuesto y la suspensión del pago del plan de equiparación que el gobierno anterior había programado en cuotas lo demuestran", advirtió a LA NACION un jefe militar retirado.

En estas horas, el ministro de Defensa, Luis Petri, estudia una posible jerarquización salarial, para atenuar el descontento que suscitan desde hace varios años las diferencias respecto de lo que cobran las fuerzas de seguridad.

Hoy la brecha es del 25% y en el Gobierno trabajan para mejorar los sueldos e "ir acercándose" a los haberes de los agentes de la Gendarmería y la Policía Federal.

La política militar de Milei es muy favorable a las Fuerzas Armadas hasta que llega el momento de invertir en ellas

Una fuente castrense consultada por LA NACION describió que la política militar de Milei, en la que tiene más influencia la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que la vicepresidenta Victoria Villarruel –unida a los militares por coincidencias políticas y lazos familiares y afectivos-se muestra "muy favorable a las Fuerzas Armadas hasta que llega el momento de invertir en ellas".

Sectores militares interpretan como una revalorización la convocatoria a participar de las operaciones para combatir el narcotráfico, ante el avance de las organizaciones criminales, si bien por ahora se trata de "intervenciones de apoyo logístico". Mientras tanto se avanza en proyectos para modificar la ley de seguridad interior, lo que ampliaría la capacidad de las Fuerzas Armadas en un contexto de creciente inseguridad.

De todos modos, no es plena la coincidencia sobre esta decisión en el interior de las Fuerzas Armadas. Así lo reflejó, al transmitir públicamente su desacuerdo, la vicepresidenta Villarruel, una de las voces que mejor expresa hoy el pensamiento de la familia militar.

Las Fuerzas Armadas no toman partido alguno sobre las cuestiones políticas

En el ámbito castrense dejaron en claro, sin embargo, que "las Fuerzas Armadas no toman partido alguno sobre las cuestiones políticas".

"Nuestro aporte a la defensa de la patria es apartidario y nuestra ayuda en misiones de paz o en situaciones de emergencia nunca pueden ser afectadas por intereses sectoriales. Ese vínculo y el compromiso directo con la sociedad siempre tienen que estar inalterados y es muy bien visto que un Presidente de la Nación así lo sienta y exprese", señalaron.