La icónica baldosa de Bilbao, conocida popularmente como "baldosa de Bilbao", está perdiendo protagonismo en las calles de la capital vizcaína. Las nuevas tendencias estéticas, consideradas por los vecinos como más peligrosas en días de lluvia, están cubriendo las calles de Bilbao y restando protagonismo a este tipo de losa que ya es todo un símbolo local.
Desaparición de la baldosa de Bilbao
Los peatones lamentan la desaparición de la baldosa de Bilbao, ya que consideran que es más segura y adecuada para el clima lluvioso de la ciudad. La baldosa original, creada a mediados del siglo XX, cuenta con cuatro canales para drenar el agua y unas dimensiones y espesor que la hacen resistente. Sin embargo, en los últimos años, el Ayuntamiento de Bilbao ha optado por utilizar otros tipos de adoquines en las vías principales, como la Gran Vía o el Casco Viejo, por razones estéticas y técnicas.
Según el Ayuntamiento, la elección del tipo de adoquín responde a una cuestión de diseño y estética. En calles estrechas, se tiende a utilizar la baldosa de Bilbao por su pequeño tamaño, mientras que en zonas monumentales o avenidas principales se utilizan solados de piedra o bloques de granito.
Los vecinos y algunas asociaciones de vecinos han expresado su preocupación por la posible desaparición de la baldosa de Bilbao, que consideran un símbolo de identidad de la ciudad. El alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, ha asegurado que no está prevista la desaparición de la baldosa, pero reconoce que se están utilizando modelos diferentes o impresiones en la calzada dependiendo del espacio.
Seguridad y estética
Uno de los motivos alegados por el Ayuntamiento para optar por otros tipos de adoquines es la seguridad. Las nuevas losas, sin canales de drenaje, pueden resultar resbaladizas en días de lluvia. Sin embargo, el fabricante de la baldosa de Bilbao, Joaquín Mendia, afirma que la inclinación del 3% de las aceras es suficiente para drenar el agua y evitar acumulaciones.
Por su parte, el Ayuntamiento destaca la importancia de otros factores, como el peso que deben soportar los adoquines en zonas de carga y descarga. Además, el coste de la baldosa de Bilbao, unos 8 euros por metro cuadrado, es inferior al del granito, que cuesta 120 euros por metro cuadrado.
A pesar de la polémica, la baldosa de Bilbao sigue siendo un icono de la ciudad. Su diseño ha inspirado numerosos productos, como camisetas, joyas y hasta una tarta creada por el Gremio de Pastelería de Bizkaia. La popularidad de la baldosa ha llegado incluso a otros espacios, como tiendas de recuerdos y joyerías.