La dimisión de Errejón: una bomba en la izquierda feminista

La dimisión de Íñigo Errejón tras una denuncia por posibles tratos vejatorios ha supuesto un duro golpe para Sumar, la plataforma política que lideraba.

Un daño a la izquierda feminista

Las circunstancias de su salida pueden tener un efecto multiplicador del impacto político, sobre todo si el caso va a más, dado que afecta a banderas propias del espacio como el feminismo, el rechazo a la violencia contra la mujer y la reivindicación de masculinidades alejadas de los patrones dominantes.

Voces consultadas por EL PAÍS, tanto del espacio de Sumar como del ámbito de la investigación politológica, coinciden en que este hecho puede dañar la credibilidad de la izquierda en su conjunto, incluido el Gobierno.

Un coste político difícil de cuantificar

El analista político Pablo Simón advierte de que el episodio puede implicar un sombrío pronóstico para Sumar y en general para el espacio progresista, ya que afecta a uno de los pocos resortes que le quedaban a Yolanda Díaz.

El profesor de la Universidad Carlos III de Madrid cree que el problema, que será más grave si se convierte en un serial de continuas novedades y acusaciones, afecta al Ejecutivo en su conjunto, incluido el PSOE.

La derecha aprovecha la oportunidad

Los primeros movimientos del PP parecen dar la razón a Simón. La vicesecretaria de Movilización y Reto Digital del PP, Noelia Núñez, ha afirmado que el comportamiento de Errejón era “un secreto a voces en todos los ámbitos de la izquierda”.

Núñez ha pedido explicaciones a Yolanda Díaz y ha señalado que el Gobierno se basa en un “pacto de encubridores”.

Un caso que puede sentar precedente

La dramática interrupción de carreras políticas por comportamientos indebidos es toda una tradición en la política estadounidense.

El politólogo Roger Senserrich afirma que el caso de Errejón puede convertirse en un sumidero de credibilidad si se convierte en una historia recurrente con nuevas revelaciones.

A su juicio, el Partido Demócrata en Estados Unidos funciona con un mayor nivel de autoexigencia que el Partido Republicano en cuestiones de comportamiento con las mujeres.

Senserrich concluye que en la medida en que el caso de Errejón sea más grave y se convierta en una historia recurrente, el problema será mayor para Sumar.