La polémica Escuela Europea Acreditada (EEA) que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso impulsa en el instituto Ramiro de Maeztu de cara al curso 2024-2025 se abrirá paso con una serie de obras que supondrán crear una sala de música, renovar el salón de actos y remozar los accesos al colegio. Así lo avanzó este jueves el consejero de Educación, Emilio Viciana, durante el pleno de control al Ejecutivo celebrado en la Asamblea regional, donde la oposición de izquierdas cargó contra un proyecto que también ha concitado las críticas de una parte de las familias y los profesores del centro.

Críticas al proyecto

El plan, según los afectados, supondrá “la segregación del alumnado”, ya que los hijos de funcionarios de la UE tendrán preferencia de ingreso; implicará “mermar los espacios, recursos y capacidades” del centro original; y abrirá la puerta a un posible recorte de plazas públicas en el futuro. “Vamos a hacer una rehabilitación integral de accesos, del salón de actos y en la entrada de los edificios, una nueva sala de música y la adecuación del interior de la planta primera para generar ocho nuevas aulas para todos los alumnos”, dijo Viciana en el Parlamento regional, donde se comprometió a reunirse próximamente con las familias afectadas y aseguró que ya se han presentado 80 profesores para ocupar las 20 plazas que necesita la escuela para echar a andar el próximo curso, cuando acogerá a 100 alumnos.

Viciana, además, explicó que se eligió el Ramiro de Maeztu para acoger la EEA por su privilegiada ubicación, cerca de embajadas, empresas y centros de investigación, y porque es un centro “pionero” en bilingüismo. También agradeció al Ministerio de Educación su ayuda en las gestiones para lograr la aprobación del proyecto por las autoridades europeas, y adelantó que otras regiones pretenden seguir el camino abierto por Madrid, argumentos que no convencieron a la oposición.

Rechazo de la oposición

"¡Desistan de su idea empotradora!”, espetó Alicia Torija, de Más Madrid, ya que el proyecto supone incrustar un nuevo centro dentro de otro ya masificado, según los críticos. “¡Llévenselo a otro sitio!”, exigió. Esteban Álvarez, del PSOE, compartió estas críticas. “No han sometido este asunto a la aprobación del Consejo Escolar, ya solo por eso la cosa quedaría invalidada, pero es que además, cuando esto acabe van a ser 30 grupos en el Ramiro, donde no hay espacio”, dijo. “¡No hay espacio!”, insistió. “Estuvieron visitando incluso la casa del conserje, a ver si por ahí pueden sacar un aula. También los zulos de abajo, con una ventana por arriba de 20 centímetros”, recordó Álvarez. “¿Cómo lo han hecho tan mal?”, se preguntó. “Es de una falta de solvencia, un hacer mal las cosas... no se puede ni se debe gobernar en contra de las familias, los profesores y el alumnado”, añadió. “Nadie se fía de ustedes en la idea de que vayan a vaciar el Ramiro y convertirlo en otra cosa”.

Falta de espacio

La preocupación por la falta de espacio en el Ramiro de Maeztu es compartida por los docentes. “Existe una legítima preocupación sobre una ampliación de enseñanzas sin resolver el problema del espacio”, afirma un comunicado de la asamblea de docentes del instituto. “Esto puede desembocar en la supresión de unidades de enseñanza pública a medida que se extienden los nuevos estudios”, añade. Y pregunta: “¿Por qué, con todas las necesidades que tiene la escuela pública en Madrid, se va a gastar el dinero de todos en financiar la educación a un sector de población con alto poder adquisitivo y unas características muy específicas?”.

El proyecto del Gobierno regional incluye una implantación progresiva de la EEA durante cinco cursos. Cuando esta finalice, el Ramiro de Maeztu ofrecerá el currículum europeo hasta los 18 años, finalizando con el Bachillerato Europeo, que permite el acceso a universidades de toda la Unión.