La ira, un combustible para las enfermedades cardiovasculares

Un reciente estudio ha arrojado luz sobre el impacto de las emociones en la salud cardiovascular. Entre la ansiedad, la tristeza y la ira, esta última ha demostrado tener un "impacto negativo significativo" en el corazón.

El enfado, un detonante de problemas cardiovasculares

Desde hace tiempo se sabe que el estrés provocado por la ira puede desencadenar un infarto. Sin embargo, este estudio ha revelado por primera vez el mecanismo subyacente. Los investigadores analizaron la respuesta vasodilatadora del endotelio, el revestimiento interno de los vasos sanguíneos, en 280 adultos. Los hallazgos mostraron que la ira afecta a la función del endotelio, limitando la capacidad de dilatación de los vasos sanguíneos. Esta alteración puede provocar arteriosclerosis y, a largo plazo, aumentar el riesgo de infarto, ictus o problemas cardiovasculares agudos.

Una de las hipótesis que plantea el estudio es que los ataques de ira repetidos podrían provocar problemas arteriales y, por tanto, un mayor riesgo de muerte. En cambio, el impacto de la ansiedad y la tristeza fue menos pronunciado, lo que sugiere que las diferentes emociones influyen en las enfermedades cardíacas de forma distinta.

Consejos para controlar la ira y proteger el corazón

La forma más eficaz de evitar los efectos negativos de la ira en la salud cardiovascular es controlar el estrés. "No sé cuántas veces al día vivimos situaciones que nos enfadan", afirma Manuel Anguita, cardiólogo del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba y portavoz de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). "Hay que intentar tomarse las cosas con más calma".

Anguita reconoce que hay situaciones estresantes inevitables, especialmente en el estilo de vida actual. "El estrés de la vida moderna puede contribuir y, de hecho, ya está aumentando la incidencia de problemas cardiovasculares", señala. Una de las posibles causas del aumento de infartos de miocardio y problemas cardíacos agudos es el elevado nivel de estrés que sufren muchas personas hoy en día.

Las emociones positivas también pueden mejorar la salud del corazón

Además de evitar las emociones negativas, las positivas también pueden mejorar la salud cardiovascular. Un estudio presentado en el congreso anual del Colegio Americano de Cardiología (ACC) mostró que enviar mensajes positivos a pacientes con hipertensión a través de WhatsApp redujo su presión arterial. "Con una intervención emocional positiva, tienen la presión arterial más baja que en grupos donde no se hacía eso", subraya Anguita.

En el futuro, los cardiólogos podrían colaborar con psicólogos para abordar los efectos nocivos de las emociones negativas en la salud cardiovascular. "En las unidades de rehabilitación ya lo hacemos, y es muy importante el trabajo que hacen. Pero si hay personas que tienen un grado de estrés muy alto y no pueden controlarlo por sí mismas, es probable que también requiramos ayuda desde el punto de vista psicológico", concluye Anguita.