Las patatas, un aliado inesperado para las personas con diabetes tipo 2
Durante mucho tiempo, las patatas han sido injustamente relegadas a un segundo plano en las dietas saludables. Sin embargo, recientes investigaciones están sacando a la luz los numerosos beneficios que este tubérculo puede aportar a nuestra salud, especialmente para quienes viven con diabetes tipo 2.
Beneficios cardiovasculares de las patatas
Un estudio dirigido por la profesora Neda Akhavan, del Departamento de Kinesiología y Ciencias de la Nutrición de la Universidad de Nevada, en Las Vegas (Estados Unidos), ha puesto de relieve los beneficios cardiovasculares de las patatas para las personas con diabetes tipo 2. El estudio, publicado en la revista "Nutrients", contó con la participación de 24 personas diagnosticadas con diabetes tipo 2 controlada con medicación.
Los participantes fueron divididos en dos grupos: uno que comía una patata horneada con piel de hasta 100 gramos a diario, y otro que consumía una ración similar de arroz blanco con la misma cantidad de calorías y carbohidratos. El estudio se realizó diariamente durante 12 semanas, tiempo suficiente para observar cambios en los índices de control glucémico y salud cardiometabólica.
Los resultados mostraron que los participantes que comieron patatas experimentaron una modesta disminución de los niveles de glucosa en sangre en ayunas. También mostraron mejoras en la composición corporal, la circunferencia de la cintura y una disminución de la frecuencia cardíaca en reposo.
"Los resultados de nuestro estudio demuestran que las patatas pueden incorporarse de forma saludable a la dieta de las personas con diabetes tipo 2 cuando se sustituyen por otros alimentos con una carga glucémica alta, como el arroz blanco de grano largo", afirma la profesora Akhavan.
Rico en potasio y fibra
Además de sus beneficios cardiovasculares, las patatas son una excelente fuente de potasio, un mineral esencial para la salud del corazón y la presión arterial. También contienen un tipo de fibra llamada "almidón resistente", que ha demostrado mejorar el control de la glucosa, los perfiles lipídicos y la saciedad.
Recomendaciones para su consumo
La profesora Akhavan recomienda comer patatas con piel, ya que es donde se encuentra la mayor concentración de nutrientes. También aconseja cocinarlas al horno o asadas, ya que estos métodos de cocción ayudan a conservar sus propiedades beneficiosas.
"Si no tienes mucho tiempo, puedes preparar una gran cantidad de patatas asadas o al horno y prepararlas para que te duren un tiempo. No estoy en contra de hervir las patatas, pero hay que conservar la mayor cantidad posible de potasio de la piel, y se pierde algo de este cuando se hierven", señala la investigadora.
En conclusión, las patatas son un alimento saludable y versátil que puede incluirse en una dieta equilibrada para las personas con diabetes tipo 2. Sus beneficios cardiovasculares, su riqueza en potasio y fibra, y su capacidad saciante las convierten en un aliado inesperado en la gestión de esta enfermedad.