Cádiz: Vecinos luchan contra la turistificación y el desalojo de una anciana
En el corazón del histórico barrio de El Pópulo, en Cádiz, se libra una batalla entre vecinos y propietarios por el futuro del barrio. María Muñoz, de 88 años, se enfrenta al desahucio de su vivienda, un edificio que ha sido reconvertido casi por completo en viviendas de uso turístico (VUT).
Un barrio que lucha por su identidad
El Pópulo, un barrio de pasado medieval, ha sufrido una notable transformación en los últimos años. La llegada masiva de turistas ha provocado un incremento de las VUT, desplazando a los residentes locales.
Antonio Gallardo, portavoz de la Plataforma de Vecinos y Amigos de El Pópulo, denuncia que ya son "14 fincas" las dedicadas en su totalidad a alquiler turístico en una zona de pequeñas dimensiones. "Nos están exterminando. Luchamos para que no se pierda la memoria histórica del 'hola, vecino' por la mañana", afirma Gallardo.
El caso de María Muñoz
María Muñoz lleva viviendo en el mismo inmueble desde 1967. Tras la muerte de su marido, la familia desconocía que debía subrogar el contrato a nombre de la viuda dentro de un plazo legal que no cumplió.
La propiedad le ofreció un nuevo contrato "estándar", pero de precio bajo, de tres años que se prorrogó. Sin embargo, los dueños comenzaron a vender los pisos del edificio y le dieron un ultimátum a Muñoz: marcharse o comprar el piso por 147.000 euros, una cantidad inasumible para la anciana.
La lucha por la vivienda social
El caso de María Muñoz ha puesto de manifiesto la necesidad de retomar el alquiler social en la ciudad. Gallardo denuncia que los beneficios del turismo se los lleva "el guiri", mientras que los gaditanos se enfrentan a dificultades para encontrar viviendas asequibles.
Un futuro incierto
María Muñoz contempla su futuro con incertidumbre. Un constructor le ha prometido un piso en alquiler en una promoción de viviendas, pero la obra aún no ha comenzado. La anciana pide a la propiedad que le permitan quedarse en su vivienda hasta que la obra termine.
El alcalde de Cádiz, Bruno García, asegura querer ser "más restrictivo" con las VUT en una ciudad que ha perdido ya un tercio de su población en tres décadas por un cóctel de gentrificación, paro y falta de suelo.