La vida de Maximiliano de Habsburgo, el archiduque que dedica su vida a luchar contra las adicciones

Maximiliano de Habsburgo, miembro de la casa imperial austriaca, ha vivido una vida marcada por los extremos. Desde las noches de desenfreno en el Madrid de los años 80 hasta la tragedia de perder a una hermana por una sobredosis, su trayectoria personal lo ha llevado a dedicar su vida a ayudar a quienes luchan contra las adicciones.

Con más de 40 años residiendo en España, Maximiliano confiesa su amor por el país y la calidad de vida que ofrece. Sin embargo, su pasión verdadera radica en su fundación, Recal, una institución que ha fundado para brindar apoyo a personas con adicciones.

El método de los 12 pasos: una esperanza para la recuperación

El método de los 12 pasos es el pilar fundamental del tratamiento en Recal. Este sistema, originario de Alcohólicos Anónimos y Narcóticos Anónimos, se basa en el reconocimiento del problema, la búsqueda de ayuda y el apoyo mutuo entre quienes comparten la misma lucha.

Maximiliano destaca la importancia del paso 12, que consiste en ayudar a otros una vez que se ha logrado la recuperación. "Es el mismo sistema que el de Alcohólicos o Narcóticos Anónimos", explica. "Cuando los pacientes se han recuperado y están bien, salen a ayudar a otros que sufren una adicción".

El modelo inglés: un referente en el tratamiento de los trastornos alimentarios

Recientemente, Recal ha abierto un nuevo centro especializado en el tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA). Este modelo, inspirado en el sistema Mosley desarrollado en Inglaterra, se centra en brindar apoyo desde el núcleo familiar.

"En vez de ingresar al paciente, lo ayudamos desde el núcleo familiar", explica Maximiliano. "Educamos a los familiares a tratar a las personas enfermas".

La lucha contra las propias adicciones: un camino hacia la redención

La experiencia personal de Maximiliano con las drogas ha marcado profundamente su vida. "Yo he vivido los ochenta. He vivido las drogas muy de cerca y he tenido que pedir perdón a mucha gente", confiesa.

El dolor de perder a su hermana por una sobredosis fue el punto de inflexión que lo llevó a fundar Recal. "Me di cuenta de lo difícil que es salir de esto", asegura. "Tenía muchos contactos en Inglaterra, donde todo el proceso de rehabilitación es mucho más vanguardista, y tome la decisión de fundar un lugar parecido a lo que hacían allí en Madrid".

El apoyo de la realeza y las personalidades públicas

Recal ha recibido un amplio apoyo de la realeza y las personalidades públicas. La infanta Elena es una invitada habitual a las cenas benéficas de la fundación, y la reina Isabel II realizó una generosa donación en el 80º cumpleaños de la madre de Maximiliano.

"Tenemos mucha ayuda. Hacemos una cena de gala en septiembre donde viene mucha gente muy generosa, nos dona mucho dinero", comenta Maximiliano. "Y luego, hay muchas entidades, como Mapfre o La Caixa, que nos ha ayudado mucho más con la construcción del centro y siguen ofreciendo generosos pagos todos los años".

La inclinación por hacer el bien: un legado familiar

Maximiliano reconoce que su inclinación por ayudar a los demás es algo que lleva en la sangre. Su tío abuelo, el emperador Carlos I de Austria y último emperador del Imperio Austrohúngaro, fue beatificado por el papa Juan Pablo II por su labor como promotor de la paz.

"Somos una familia generosa, parte de nuestra de vida la dedicamos a ayudar a los demás", afirma Maximiliano.