Menchaca impulsa el diálogo sobre el futuro de la fiesta taurina en Hidalgo
El gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, se encuentra promoviendo un diálogo abierto y constructivo en torno a la celebración de corridas de toros en la entidad. Tras la inauguración del programa nacional “Héroes Paisanos” y el Operativo Especial de Semana Santa 2025, Menchaca ha manifestado su postura respecto a esta tradición, señalando la necesidad de que el Congreso local facilite un espacio de escucha para todas las voces involucradas, buscando así una resolución consensuada y reflexiva.

Un debate arraigado en la identidad cultural
La controversia en torno a las corridas de toros no es nueva en Hidalgo. Desde 2012, un decreto legislativo considera esta práctica como patrimonio cultural inmaterial del estado, tal como señala Grupo Milenio (milenio.com). Ante la interrogante sobre una posible derogación de esta normativa por parte del Ejecutivo, Menchaca enfatiza la importancia de encontrar un equilibrio que permita avanzar como sociedad, especialmente en lo que respecta al bienestar animal.
El gobernador está argumentando que se debe de priorizar el bienestar animal, reconociendo a su vez la complejidad del debate. «En lo personal no estoy de acuerdo con las corridas de toros, pero entiendo lo que significa para muchas familias como sustento. Hay quien lo califica como arte, pero se maltrata a los animales», expresó Menchaca, según reporta Teodoro Santos (milenio.com). Estas declaraciones reflejan la encrucijada entre tradición, economía y ética que define la discusión actual.

Priorizando el bienestar animal: Un llamado a la reflexión social
Menchaca Salazar está adelantando que desde su administración se priorizará el bienestar animal. No obstante, reconoce que este tipo de discusiones son inherentemente polarizantes. El gobernador está instando a un debate profundo y representativo, evitando imposiciones y buscando un progreso social que se adapte a los valores contemporáneos. “Se tienen que dar las condiciones para escuchar a la población y requiere de un ejercicio fuerte de convocatoria por parte del Congreso local, porque no se trata de imponer”, afirmó.
El mandatario está utilizando ejemplos históricos para ilustrar la necesidad de adaptación social. «Debemos ir avanzando como sociedad, no porque sea una práctica de mucho tiempo se debe mantener; fue una práctica la esclavitud y la poligamia, pero no por ello se mantienen, se tiene que avanzar como sociedad y se tiene que hacer las adecuaciones que exige la sociedad», puntualizó Menchaca, enfatizando la naturaleza dinámica de los valores sociales.
El Congreso local: epicentro del debate
El Congreso local se encuentra ahora ante el desafío de articular un proceso de diálogo inclusivo y transparente. Este proceso deberá considerar las múltiples perspectivas existentes en la sociedad hidalguense, desde los defensores de la tradición taurina hasta los activistas por los derechos de los animales. La decisión final, en manos de los representantes populares, tendrá un impacto significativo en el futuro de la fiesta taurina en Hidalgo.
Mientras tanto, el gobierno estatal se mantiene comprometido con la promoción de un debate informado y respetuoso, buscando un equilibrio entre la protección del patrimonio cultural y el avance hacia una sociedad más consciente del bienestar animal. La resolución de este conflicto, sin duda, marcará un hito en la historia de Hidalgo y su relación con sus tradiciones.
Un futuro incierto para la fiesta brava en Hidalgo
El futuro de las corridas de toros en Hidalgo permanece incierto. El llamado al diálogo del gobernador Menchaca está abriendo un espacio para la reflexión y el debate, pero la polarización de opiniones augura un proceso complejo y desafiante. La decisión final, que recaerá en el Congreso local, deberá sopesar cuidadosamente los valores culturales, económicos y éticos en juego, buscando una solución que refleje los anhelos de una sociedad en constante evolución.
El gobierno de Hidalgo está apostando por una transición hacia un modelo social más consciente del bienestar animal. Este objetivo, sin embargo, no debe traducirse en una imposición, sino en un proceso de diálogo y adaptación que involucre a todos los actores relevantes. El reto es mayúsculo, pero la oportunidad de construir una sociedad más justa y equitativa bien vale la pena el esfuerzo.