¡Alerta de olas de calor! México se prepara para hasta 5 eventos en 2025

A medida que México se adentra en la temporada de calor, los meteorólogos pronostican hasta cinco olas de calor entre febrero y mayo, elevando las preocupaciones por los impactos en la salud y el medio ambiente.

Olas de calor más duraderas

El Servicio Meteorológico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) advierte que estas olas de calor pueden ser similares en intensidad a las observadas en los últimos años, pero se espera que duren más días. Los datos muestran un aumento en la duración de las olas de calor en años recientes, pasando de un promedio de cuatro días en la década de 2010 a seis o siete días desde 2020.

En algunos casos, las olas de calor pueden prolongarse durante semanas, como ocurrió en 2023. Estas olas de calor prolongadas representan un mayor riesgo para la salud, especialmente para las poblaciones vulnerables como los adultos mayores y los niños.

Impactos en la salud y el medio ambiente

Las olas de calor pueden tener consecuencias graves para la salud, incluyendo agotamiento por calor, insolación y problemas respiratorios. También pueden agravar las afecciones preexistentes, como enfermedades cardiovasculares y pulmonares.

Además de los riesgos para la salud, las olas de calor también pueden afectar negativamente al medio ambiente. La sequía prolongada puede provocar escasez de agua, incendios forestales e interrupciones en la producción agrícola.

Medidas de prevención

Ante el aumento esperado de olas de calor, es esencial tomar medidas de precaución para protegerse a sí mismo y a los demás. Conagua recomienda:

  • Beber abundante agua, incluso antes de sentir sed.
  • Evitar actividades extenuantes al aire libre durante las horas más calurosas del día.
  • Usar ropa holgada y de colores claros.
  • Permanecer en lugares frescos y con aire acondicionado, si es posible.
  • Prestar atención a las señales de advertencia de agotamiento por calor e insolación, y buscar ayuda médica si es necesario.

Las autoridades también deben estar preparadas para responder a las olas de calor, activando sistemas de alerta temprana, estableciendo refugios de enfriamiento y proporcionando apoyo a las comunidades vulnerables.