El presidente Milei se pronuncia contra el odio antisemita y rinde homenaje a las víctimas del Holocausto
El presidente Javier Milei consideró al Holocausto como "la tragedia más grande de la historia de la humanidad" y postuló a la Argentina para la presidencia de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto.
Milei encabezó el acto en conmemoración del Día del Holocausto junto a los principales referentes de la comunidad judía, reunidos en el Palacio de la Libertad -exCCK-. En ese marco, reiteró su respaldo a Israel, al señalar que "tomar partido es una obligación moral".
Además, postuló a la Argentina para la presidencia de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto, organización intergubernamental fundada en 1998 que reúne a gobiernos y expertos para fortalecer, avanzar y promover la educación, la investigación y el recuerdo del Holocausto en todo el mundo.
El mandatario nacional ratificó su alineamiento con Israel y subrayó que mientras algunos países "le dan la espalda", la Argentina estará "al lado suyo, firme siempre". "En tiempos de oscuridad, cuando levantar la voz es costoso y la mayoría tiene la obligación de hablar", evaluó el jefe de Estado, que estuvo acompañado en la ceremonia por el ministro de Defensa, Luis Petri, y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei.
El Presidente cuestionó el "antisemitismo" y el "fanatismo islámico intolerable", y afirmó que ambos son "percibidos por el mundo libre con asco".
"Miro a mi alrededor en los liderazgos del mundo libre, a grandes naciones y veo indiferencia en algunos y en otros miedo a pararse del lado de la verdad", indicó Milei. Además, rindió homenaje a Lior Rudaeff, el argentino-israelí secuestrado por Hamás el 7 de octubre pasado, cuya muerte se confirmó este martes, y recordó que "hoy en Gaza todavía hay más de 100 secuestrados, de los cuales 8 son argentinos".
"Cuando el mundo calla tenemos la obligación de hablar, no hacer la vista gorda. Aunque para algunos sea inconveniente, es la única forma de que la Shoá no se repita", enfatizó y agregó: "Dios no va a aceptar justificación en su juicio único, no nos va a juzgar por lo que creíamos, sino por lo que hicimos. Denunciar el terrorismo islámico es una obligación".
Por último, postuló a la Argentina para la presidencia de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto.
El acto central contó con la presencia de sobrevivientes del nazismo, familiares de personas secuestradas por Hamás, autoridades nacionales, provinciales y municipales, jueces, referentes políticos, diplomáticos, representantes de distintas confesiones religiosas y dirigentes comunitarios, entre otros.
En este marco, el cantante Juan Rodó interpretó el Himno Nacional Argentino y Hatikva, el himno nacional del Estado de Israel, acompañado por la Orquesta Sinfónica Juvenil Nacional José de San Martín y al Coro Polifónico Nacional.
Además, el director de orquesta Ángel Mahler presentó una obertura musical dedicada a las víctimas de la Shoá y a las personas asesinadas el 7 de octubre en el ataque terrorista contra el Estado de Israel.
En su alocución, el presidente de la DAIA, Jorge Knoblovits, recordó que "la Shoá no es un tema judío. Es un infierno abierto en el corazón de la historia", y agregó que "como en un siniestro dejá-vu, el mundo acaba de presenciar, azorado, la masacre del 7 de octubre".
"Quien se desentiende del espanto está enarbolando esa indiferencia cómplice, esa supuesta neutralidad que lo deshumaniza y lo pone del lado de los asesinos. Quien no levanta la voz y no se pone del lado de las víctimas, multiplica el crimen. Es peor todavía, porque ignora, irresponsablemente, la amenaza que está sobre su propia cabeza", afirmó el titular de la entidad representativa de la comunidad judía argentina.
Por su parte, el presidente del Museo del Holocausto, Marcelo Mindlin, ratificó "en este año tan difícil, que el Museo invita nuevamente a todos y cada uno de ustedes a realizar acciones en conjunto con cada una de las organizaciones que representan, para concientizar, para educar y para fortalecer los vínculos con todos los ámbitos de nuestra sociedad. Todos podemos hacer algo. Muchos ya lo están haciendo. Otros se han sumado en el camino. Hay mucho por hacer. Lo único que no podemos hacer, es no hacer nada. Aquí estaremos para multiplicar los esfuerzos de manera coordinada, porque las circunstancias así lo exigen".