Fallece Julio Héctor Simón, alias 'El Turco Julián', símbolo de la represión durante la dictadura argentina

Julio Héctor Simón, conocido como 'El Turco Julián', un nombre que resonó con temor durante la última dictadura militar en Argentina (1976-1983), ha fallecido a los 82 años. Simón estaba cumpliendo múltiples condenas por delitos de lesa humanidad en la cárcel de Ezeiza, incluyendo una cadena perpetua. Su deceso marca el fin de una era para las víctimas del régimen y para aquellos que luchan por la memoria, la verdad y la justicia.

Según informa ámbito.com, Simón fue el primer represor condenado por delitos de lesa humanidad tras la reapertura de los juicios en 2006, un momento crucial en el proceso de rendición de cuentas por los crímenes cometidos durante la dictadura. Su figura se asocia intrínsecamente con el centro clandestino de detención El Olimpo y su colaboración con el Batallón de Inteligencia 601, donde dejó una marca indeleble de brutalidad y antisemitismo.

El legado sombrío del 'Turco Julián'

Simón no era un represor cualquiera; era un símbolo de la crueldad y la impunidad que caracterizaron a la dictadura. Su reconocimiento público en 1990, al admitir en televisión haber torturado a detenidos en centros clandestinos destinados a los 'vuelos de la muerte', generó indignación y reafirmó la necesidad de justicia. Durante la dictadura, fue una pieza clave en el circuito represivo ABO (El Atlético, Banco y El Olimpo), donde innumerables personas fueron torturadas y desaparecidas.

Miguel D’agostino, sobreviviente del circuito ABO y víctima del 'Turco Julián', evoca el terror que infundía Simón: «Era imposible no saber que el Turco andaba por ahí. Por su voz, por su impronta, era omnipresente», declaró a la periodista Ailín Bullentini de Página 12. Este testimonio refleja el impacto psicológico y emocional que 'El Turco Julián' tuvo sobre sus víctimas.

Condenas y la búsqueda de justicia

La trayectoria judicial de Simón es un reflejo del largo y sinuoso camino hacia la justicia en Argentina. Su primera condena llegó en 2006, marcando un precedente importante en la lucha contra la impunidad. Fue sentenciado a 25 años de prisión por la apropiación de Claudia Victoria Poblete, hija de José Liborio Poblete Roa y Gertrudis Marta Hlaczic, secuestrados cuando Claudia tenía tan solo 8 meses. Sus padres siguen desaparecidos, un recordatorio constante de las atrocidades cometidas.

Posteriormente, en 2007, recibió una condena de 23 años en el juicio conocido como 'Contraofensiva Código Viejo', relacionado con la represión ilegal contra integrantes de la 'Contraofensiva montonera'. En 2010, finalmente, fue condenado a cadena perpetua por su rol en el circuito ABO, donde se juzgaron los crímenes cometidos contra 181 víctimas, quienes fueron ilegalmente privadas de su libertad y sometidas a torturas. En este juicio, otros 15 represores también fueron condenados.

El debate sobre la prisión domiciliaria

En sus últimos días, Simón intentó obtener la prisión domiciliaria, un beneficio que le fue denegado reiteradamente. La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal ratificó por unanimidad la decisión del TOF 2 de CABA, argumentando la gravedad de los delitos por los cuales fue condenado y el compromiso del Estado Nacional para reparar a las víctimas. Esta decisión subraya la importancia de garantizar que los responsables de crímenes de lesa humanidad cumplan sus condenas en prisión.

Implicaciones y reacciones

La muerte de Julio Héctor Simón, 'El Turco Julián', no cierra las heridas del pasado, pero sí marca un hito en la lucha por la justicia y la memoria. Su fallecimiento ocurre en un contexto donde el debate sobre los derechos humanos y el rol de las Fuerzas Armadas durante la dictadura sigue siendo relevante. La persistencia de los juicios por delitos de lesa humanidad demuestra el compromiso de la sociedad argentina con la verdad y la justicia, a pesar de los desafíos y las tensiones políticas.

  • Memoria: Recordar a las víctimas y los horrores de la dictadura es crucial para evitar que se repitan.
  • Justicia: Asegurar que los responsables rindan cuentas por sus crímenes es fundamental para la reconciliación y la construcción de una sociedad más justa.
  • Verdad: Investigar y revelar la verdad sobre lo ocurrido durante la dictadura es esencial para sanar las heridas del pasado.

La figura del 'Turco Julián' seguirá siendo recordada como un símbolo de la brutalidad y la impunidad, pero también como un recordatorio constante de la importancia de la lucha por los derechos humanos y la justicia en Argentina.