La niña atacada por la policía relata su experiencia: "Parecían orgullosos de haberme rociado con gas pimienta"

Fabricia, la niña de 10 años que fue gaseada por efectivos policiales durante una manifestación en Buenos Aires, habló sobre el traumático incidente. En una entrevista con C5N, Fabricia describió cómo los oficiales la rociaron con gas pimienta sin provocación alguna.

"Empecé a gritar, sentí que no podía ver, no podía respirar de los nervios, no escuchaba a mi mamá, no la sentía y sentía que me llevaban de acá para allá. Me asusté y me puse nerviosa", dijo Fabricia.

Fabricia y su madre participaban en una marcha contra el veto a la ley de recomposición jubilatoria cuando fueron atacadas por la policía. La niña enfatizó que la manifestación era pacífica y que no habían hecho nada para justificar el uso de la fuerza.

Fabricia

"No me lo esperaba porque supuestamente para mí la policía está para cuidarnos, no para afectarnos", dijo Fabricia.

El incidente ha generado indignación y críticas generalizadas, y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ha defendido las acciones de los oficiales. Bullrich ha culpado a la madre de Fabricia por llevar a la niña a la manifestación y ha afirmado que los niños no deben estar presentes en tales eventos.

Fabricia ha negado las afirmaciones de Bullrich y ha dicho que no existe ninguna ley que prohíba a los niños asistir a manifestaciones.

Polémica por el uso de gas pimienta contra menores

El uso de gas pimienta contra menores ha sido ampliamente condenado por grupos de derechos humanos y expertos legales. La Convención sobre los Derechos del Niño prohíbe el uso de la fuerza excesiva contra los niños, y la Organización de las Naciones Unidas ha pedido a los gobiernos que prohíban el uso de gas pimienta y otras armas químicas contra los niños.

En Argentina, el uso de gas pimienta contra menores está prohibido por ley. Sin embargo, este incidente ha puesto de relieve la necesidad de una aplicación más estricta de esta ley.

Responsabilidad de las autoridades

El incidente también ha planteado interrogantes sobre la responsabilidad de las autoridades por proteger a los niños durante las manifestaciones. Los expertos han pedido a las fuerzas del orden que utilicen la fuerza solo como último recurso y que prioricen la seguridad de los niños.

Las autoridades también tienen la responsabilidad de garantizar que los niños tengan derecho a participar pacíficamente en manifestaciones y expresar sus opiniones.

Reacciones y consecuencias

El incidente ha generado una ola de indignación y protestas públicas. Grupos de derechos humanos y organizaciones de la sociedad civil han condenado el uso de la fuerza contra los niños y han pedido una investigación independiente.

El gobierno ha prometido investigar el incidente y tomar las medidas necesarias para evitar que se repita algo así. Sin embargo, los críticos afirman que se necesitan reformas más amplias para abordar el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía.