Pedro Sánchez, entre la continuidad y la dimisión: España en vilo
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, comparecerá este lunes a las 12.00 horas para anunciar si seguirá al frente del Ejecutivo. Sánchez se ha ausentado de la vida pública durante los últimos cinco días para reflexionar sobre su continuidad en el cargo, tras los ataques que ha sufrido su familia por parte de la derecha y la ultraderecha.
Durante el fin de semana, Sánchez ha recibido muestras de apoyo de su partido, el PSOE, y de sus simpatizantes. El Comité Federal del PSOE, reunido el sábado, trasladó su apoyo a Sánchez, al igual que los militantes y simpatizantes del partido, que se han manifestado en dos ocasiones para respaldar su continuidad.
Sin embargo, la cúpula del Partido Popular (PP) y la ultraderecha de Vox siguen atacando a Sánchez, afirmando que su retirada no es más que una estrategia electoral y una muestra de victimismo. El PP analizará los distintos escenarios posibles con la decisión de Pedro Sánchez en su comité de dirección de este lunes.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, tiene previsto reunirse con su equipo para evaluar la situación, después de animar al presidente a continuar durante el fin de semana.
Las claves de la decisión de Sánchez
Hasta el 29 de mayo, Sánchez no podría convocar elecciones de nuevo, en el caso de que esa fuera su decisión final. Si el Gobierno cesa y se queda en funciones, se inicia la ronda de consultas con el Rey para designar candidato o candidata a presidente del Gobierno, que tendría que someterse a una sesión de investidura. Si no hay acuerdo en dos meses, habría elecciones generales de nuevo.
Objetivo: mantener el Gobierno de coalición
Salvar el Gobierno por encima de la decisión personal y política que pueda tomar este lunes Pedro Sánchez. Esta es la única certeza que numerosos interlocutores sostienen respecto a la difícil disyuntiva que el secretario general del PSOE se ha planteado sobre si seguir en el Palacio de La Moncloa o dar un paso a un lado. Cualquiera que sea la opción decidida, llevará aparejada los máximos elementos posibles para que el Gobierno de coalición entre los socialistas y Sumar se mantenga y continúe el apoyo de socios externos.
En el caso de dimisión, el sustituto elegido se someterá a la investidura en el Congreso, una vez que el rey Felipe VI realice las consultas con los grupos. Hoy por hoy, el jefe del Estado se encontraría con un candidato con mayoría suficiente para ser investido.