El PP Intensifica su Oposición a la Delegación de Competencias de Inmigración a Cataluña

En un intento por desestabilizar la coalición gubernamental, el Partido Popular (PP) ha intensificado su oposición a la delegación de competencias en materia de inmigración a Cataluña. Sin embargo, esta estrategia parece estar teniendo un efecto contraproducente, uniendo aún más a los aliados del gobierno y fortaleciendo la postura de los partidos independentistas catalanes. Según informa Javier Casqueiro y Xosé Hermida (2025) en El País, la maniobra del PP ha resultado en una muestra inusual de armonía entre Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts, donde incluso un diputado de ERC defendió a la formación de Carles Puigdemont frente a los ataques del PP.

Un Intento Fallido de Dividir a los Aliados

El PP buscaba crear una fisura entre los socios del gobierno, especialmente con Podemos, que ha mostrado reservas sobre la cesión de competencias. No obstante, Javier Sánchez Serna, diputado de Podemos, aclaró que su partido no apoya ni la centralización ni la descentralización de competencias, sino que critica lo que considera una «carrera para ver quién es más racista» entre las derechas española y catalana, y a la que acusa al PSOE de sumarse a través de su acuerdo con Junts. En consecuencia, Podemos ha anunciado que rechazará la Proposición No de Ley (PNL) presentada por el PP (Casqueiro & Hermida, 2025).

La iniciativa del PP consistía en una PNL, una declaración sin efectos vinculantes, destinada a oponerse a una futura Proposición de Ley (PL) pactada entre PSOE y Junts, que ya ha sido admitida a trámite por la Mesa del Congreso. Esta acción preventiva del PP buscaba un pronunciamiento en contra de la delegación de competencias, tratando de forzar a los aliados del gobierno a tomar una postura clara.

Reacciones Diversas Dentro del Gobierno

Aunque dentro de Sumar también existen voces críticas contra el acuerdo, especialmente por el preámbulo de la propuesta que, según dirigentes de IU y Compromís, adopta ideas del «marco de la derecha» sobre inmigración, estos grupos han dejado claro que no se oponen a la delegación de competencias siempre y cuando se respeten los derechos humanos. Enrique Santiago, portavoz de Sumar, reafirmó esta posición durante el debate.

El Debate en el Congreso

Miguel Tellado, portavoz del PP, lideró el debate argumentando que el Estado perderá el control de las fronteras y que se está impulsando el independentismo con la colaboración del PSOE, calificando la medida de inconstitucional. Sin embargo, tanto Josep Maria Cervera de Junts como José Zaragoza del PSOE recordaron que José María Aznar utilizó la misma fórmula en 1997 para delegar competencias de tráfico a Cataluña (Casqueiro & Hermida, 2025).

Rocío de Meer, de Vox, aprovechó la ocasión para atacar al PP, acusándolo de ser cómplice de la creación de «estercoleros multiculturales» en barrios españoles. La confrontación evidenció las profundas divisiones políticas en torno a la inmigración y la descentralización.

El Papel de la Mesa del Congreso

Previamente, el PP intentó bloquear la admisión a trámite de la PL de PSOE y Junts en la Mesa del Congreso, el órgano que regula el funcionamiento de la Cámara. Sin embargo, la mayoría de socialistas y Sumar en la Mesa permitió que la propuesta siguiera adelante, argumentando que la Mesa no debe actuar como un filtro previo de la constitucionalidad de las propuestas, como señaló El País (Casqueiro & Hermida, 2025).

La Mesa esgrimió hasta 40 precedentes de delegaciones de competencias similares en otras legislaturas, incluyendo la cesión de competencias de tráfico a Cataluña durante la primera legislatura de Aznar, cuando el PP necesitaba el apoyo de CiU. Este precedente muestra que la delegación de competencias no es un fenómeno nuevo en la política española.

Implicaciones y Perspectivas Futuras

El intento del PP de tensar la situación política en torno a la delegación de competencias a Cataluña ha generado un debate intenso y ha puesto de manifiesto las diferencias ideológicas entre los distintos partidos. A pesar de las críticas y las reservas, la propuesta sigue su curso parlamentario y podría demorarse aún un par de meses antes de llegar al pleno del Congreso. La resolución final de este asunto tendrá un impacto significativo en las relaciones entre el gobierno central y la Generalitat, así como en la gestión de la inmigración en Cataluña.

Referencias