¿Por qué quejarse de todo no es saludable para la salud mental?, según la psicología

En la actualidad, es muy común escuchar a las personas quejarse de todo, ya sea en conversaciones casuales o en las redes sociales. Si bien quejarse puede parecer una forma inofensiva de desahogarse, investigaciones recientes en neurociencia y psicología han demostrado que quejarse crónicamente puede tener efectos negativos en la salud mental y física.

Efectos negativos de quejarse

Desde un punto de vista neurológico, el cerebro humano está diseñado para centrarse en las amenazas como un mecanismo de supervivencia. Este sesgo hacia lo negativo, conocido como "sesgo de negatividad", se vuelve contraproducente en el entorno actual, promoviendo patrones de pensamiento pesimistas.

Estudios han demostrado que quejarse constantemente puede alterar las estructuras cerebrales relacionadas con la resolución de problemas y la toma de decisiones. Además, se asocia con síntomas como ansiedad, rumiación y fatiga mental, lo que afecta la autoestima y la capacidad de afrontar las adversidades con resiliencia.

El papel de las redes sociales

Las redes sociales han intensificado el fenómeno de las quejas. Los influencers y los usuarios comparten sus insatisfacciones, amplificando la percepción de malestar y fomentando una dinámica de interacciones centradas en lo negativo.

Cómo cambiar este hábito

Modificar el hábito de quejarse no es imposible. Los especialistas recomiendan prácticas como la gratitud, que ayudan a centrar la atención en los aspectos positivos de la vida.

Además, buscar soluciones en lugar de solo lamentarse, prestar atención al lenguaje que utilizamos y establecer límites con personas excesivamente negativas son pasos clave para transformar este hábito. La terapia psicológica también puede ser una herramienta eficaz para lograr cambios duraderos.

Conclusión

Quejarse no es intrínsecamente negativo, siempre que no se convierta en un estilo de vida. Es importante reconocer nuestras emociones y trabajar en ellas para mejorar nuestra calidad de vida y nuestro bienestar emocional y mental.