San Proceso y San Martiniano, los soldados romanos que se convirtieron al cristianismo
Proceso y Martiniano son dos santos católicos que vivieron en el siglo I en Roma. Eran soldados del ejército de Nerón y fueron los encargados de controlar en prisión a los Apóstoles San Pablo y San Pedro en la cárcel Mamertina.
La conversión de Proceso y Martiniano
Asombrados por los milagros y entusiasmados por los discursos de los apóstoles, Proceso y Martiniano les rogaron que les hicieran el bautismo. Como en la cárcel carecían del agua necesaria para el sacramento, San Pedro dibujó la señal de la cruz en dirección de la Roca Tarpeya, y de ella brotó agua inmediatamente.
Una vez concluido el sacramento, los soldados abrieron las puertas de la prisión y liberaron a los apóstoles.
El martirio de Proceso y Martiniano
Proceso y Martiniano fueron detenidos y sometidos a terribles torturas. Les hicieron heridas en la boca, les quemaron y les echaron escorpiones. Finalmente, fueron decapitados en la Via Aurelia junto con San Pablo, según cuenta la leyenda en el Martirologio Romano.
Se dice que, después de su ejecución, una mujer llamada Lucina recogió los cuerpos y los enterró en su cementerio privado.
La fiesta de San Proceso y San Martiniano
San Proceso y San Martiniano son celebrados el 2 de julio por la Iglesia Católica.